La Selección Argentina de Scaloni le ganó 2 a 0 a Venezuela, en Río de Janeiro. Esta vez el equipo mostró momentos de buen fútbol y la defensa estuvo muy sólida. Los goles los convirtieron Lautaro Martínez (la figura del partido) y Gio Lo Celso. Ahora, nos espera Brasil en semifinales y al fin el técnico parece haber encontrado el 11 titular. ¡Vamos Argentina!
A veces, uno debe asumir realidades y hacer una autocrítica. Luego del partido, debo admitir que el técnico Lionel Scaloni me ha tapado la boca. El 2 a 0 de Argentina sobre Venezuela nos mostró uno de los mejores partidos de nuestra Selección de los últimos tiempos. Un buen triunfo que nos hace volver a creer, una vez más.
La intensidad argentina se notó desde el inicio del partido. Con el "Kün" Agüero y Lautaro Martínez corriendo y presionando por todo el frente de ataque. Con Leandro Paredes clarificando y distribuyendo el balón a un toque. Con el "Huevo" Acuña y Rodrigo De Paul buscando sociedades constantemente por las bandas. Con un Lio Messi que aún no encuentra su mejor versión pero que aparece intermitentemente mostrando destellos de calidad. A los 2 minutos, la tuvo el "Kun" con un remate por derecha que sacó muy bien el arquero Fariñez. La presión constante y las transiciones rápidas fueron un dolor de cabeza para la "vinotinto". Y en uno de esos intentos, llegó ese gol tempranero tan esperado por todos. Messi ejecutó un corner desde la izquierda y la pelota le quedó a Agüero, que tiró un "buscapié", encontrando un soberbio taco de Lautaro Martínez dentro del área chica. A partir de allí el juego se hizo mucho mas trabado y disputado, con un Venezuela nervioso y sin ideas en ataque, tal es así que Darwin Machis, carrilero muy peligroso por izquierda, recien pudo desbordar a los 39 minutos. Aquí, debo remarcar la enorme tarea del lateral/central Juan Foyth, para frenar los embates del número 7, y también la ayuda de De Paul en la marca por derecha. Arriba, Rondón intentó complicar pero nunca con claridad, muy solo en ataque. Hasta pudo haber amplíado el marcador la albiceleste, primero con un cabezazo de Pezzella que se fue por arriba y luego con una gran sociedad entre Messi y Acuña, que derivó en un centro que por muy poco no alcanzó a conectar Lautaro.
El segundo tiempo arrancó con Argentina yendo a buscar desde el inicio, tal como sucedió en la primera etapa. Paredes asistió con gran calidad a Lautaro, que tuvo en sus pies el 2 a 0 pero la pelota se estrelló en el palo. Defensivamente, fue tan férrea la marca de Foyth sobre Machís, que Dudamel lo tuvo que reemplazar por el punzante Soteldo. Y a partir de allí, otra vez, el juego volvió a ser mucho más cerrado. Y se comenzaba a sentir el gran desgaste argentino realizado en el primer tiempo. Scaloni decidió mover el banco, metiendo al "polémico" Angel Di María (¿alguna vez terminará bien las jugadas?) por Lautaro Martínez, y luego apostó por por la tenencia de Lo Celso por el cansadísimo (y amonestado) Acuña. A los 70 mimutos Venezuela tuvo una chance clarísima, quedando Hernández mano a mano con Armani, y aquí realmente se lució el 1 de River, tapándole su remate de forma soberbia. Minutos después, llegó el desahogo: De Paul presionó en la salida y robó el balón, tocó para Agüero, quién a pesar de tener opciones de pase, remató al arco débilmente; para nuestra fortuna, Fariñez calculó mal y Gio Lo Celso aprovechó muy bien el rebote para marcar el 2 a 0 definitivo. Venezuela intentó en el final con algunas llegadas, pero la solemne defensa argentina volvió a mostrarse inquebrantable.
La vinotinto no pudo desplegar su fútbol y se encontró con un equipo argentino que esta vez si, mostró carácter, momentos de buen juego asociado y un gran compañerismo, dignos de destacar. Los puntos altos fueron Foyth, Paredes y Lautaro. Al fin pudimos ver una unidad de equipo y se intentó una idea de juego. Y hasta se dio el lujo de ganar con un Lionel Messi que sigue sin brillar y aún se lo ve algo perdido en la cancha. Ahora se viene Brasil, el martes en el Mineirao, en lo que promete ser una batalla de proporciones épicas. Sientese en la mesa Tité, baraje nomas Coutinho. Que la Argentina tiene grandes cartas para lograr un triunfo histórico en sus propias narices.
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