EL LENTO GENOCIDIO WICHI: POLÍTICAS PÚBLICAS CRUZADAS CON EL RACISMO

EL LENTO GENOCIDIO WICHI: POLÍTICAS PÚBLICAS CRUZADAS CON EL RACISMO

En Salta son seis los niños Wichis que no llegaron a vivir dos años y se murieron de hambre y de sed en este enero. Dice el cacique Modesto Rojas que son más de veinte los niños que tienen la vida colgando de un hilito, como una llama que se sopla y se va. Reflexiones sobre un pueblo en extinción.

Después de leer sus punzantes escritos entrevistamos a Marcelo Munsante es sociólogo y forma parte del departamento de Estudios Sociológicos del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, es investigador de la Universidad de Buenos Aires y es miembro de la Red de Investigadorxs sobre Genocidio y Política Indígena en Argentina

Ha realizado diversas publicaciones en libros, congresos, medios de comunicación y revistas académicas en relación al genocidio indígena en Argentina, a conflictos territoriales y al funcionamiento de los sistemas de encierro, las formas de violencia institucional y la educación pública en cárceles en nuestro país.

“Cómo afirmaba Michel Foucault, el Estado moderno capitalista tiene la facultad de «hacer vivir y dejar morir». Y “dejar morir” es una acción, no es un acto de omisión, una muerte sin querer, ni una consecuencia no deseada de un modelo económico y social.

Esta idea de hacer morir que plantea Foucault y que utiliza para pensar el caso de las lamentables muertes de los 6 chicos Wichis ahora en Salta, tiene que ver con sacarle cualquier idea de omisión al Estado y ponerle toda la responsabilidad de, si estos chicos se mueren no es porque el Estado no llegó o porque estos Wichis están en el Monte sino que tiene que ver con Políticas Estatales en las cuales no se trabaja con las Comunidades, tiene que ver con Políticas Estatales en las cuales hay una decisión de no intervenir con estas comunidades, por lo cual éstas muertes no son omisiones, estas muertes son parte del accionar estatal, que tiene que ver con negar  a los Pueblos Originarios, con invisibilizarlos, entonces no le podemos sacar responsabilidad al Estado”

Cuando una empieza a ver en los medios de Comunicación algunos titulares que aparecieron como el gran sufrimiento que padece el pueblo Wichi que se muere en la miseria pareciera que con esos títulos catastróficos se les saca cualquier tipo de responsabilidad estatal, incluso por más que esté bien ayudar, porque empiezan  a aparecer estos pedidos a ONG´S o juntemos alimentos para ayudar a los chicos Wichis o las Poblaciones Originarias, que estaría muy bien repito, pero que no podemos no responsabilizar al estado en por qué no están llegando a las comunidades.

Y este por qué no llega el Estado a las comunidades tiene que ver con un genocidio indígena que nunca fue reconocido por el Estado.

Como planteamos en la Red de Investigadores de Filosofía y política Indígena de la que formo parte, esta diferencia de, por ejemplo, lo que sucedió con el juicio a la Junta en la dictadura del ´76, o lo que sucedió con los Crímenes del Nazismo, acá en Argentina nunca hubo un punto donde el estado dijo, qué pasó con los Pueblos Originarios, vamos a reconocer éste genocidio y vamos a actuar en Consecuencia, esto no existió por lo cual sigue habiendo muchísimas políticas que están cruzadas por el racismo, por ello muchas de ellas son las que después decantan en lo que está pasando con los Wichis, o en muchos otros lugares del País.

Una de esas consecuencias es que no se considera a los Pueblos Originarios como interlocutores válidos, entonces cuando el Estado tiene que actuar en términos de Salud, en términos de Educación, la propiedad privada de la Tierra, siempre siguen sin tener participación en los modos de intervención.

Entonces muchas de las veces son propuestas de un Estado Blanco, Occidental que después choca con esas Comunidades porque llega de modos que no  sirven, las formas que tiene el Estado de intervenir no sirven para nada, porque son formas diferentes, por lenguas diferentes.

Y ese no contemplar la Interculturalidad del Estado como modo de intervención hace que después en el sentido común, en la comunidad más ampliada se genere muchísimo más racismo, entonces por ejemplo sucede que cuando el Estado promociona que hay programas de Salud, y los indígenas no quieren acceder a esos programas de salud, lo que sucede es que el Estado no pone médicos Indígenas o asistentes sociales indígenas, entonces aparecen gráficos con mujeres blancas y rubias que invitan a las mujeres indígenas a hacerse PAP las mujeres indígenas no quieren hacerse PAP y esto no es un problema de la Comunidad Indígena, esto es que el modo de intervención es violento y racista, clasista y que está pensado solamente en un tipo de salud Occidental.

Cuál es el modo que tenés de llegar a esas comunidades indígenas, sino es con ellas mismas participando y llevando los modos que necesitarían las comunidades para invitar a todas esas mujeres a hacer un PAP. ¿Cómo ven las mujeres indígenas a esos médicos?, Varones, Blancos, que llegan y hasta muchas veces las han violentado.

Éstas son las cosas que el Estado nunca se pregunta y que después en el sentido común termina apareciendo como que son los indígenas los que no quieren acceder a los sistemas de salud. Esto mismo pasa con la educación intercultural bilingüe en escuelas  donde no se da, algo que ya está por ley, las comunidades indígenas en la zonas donde hay mucha población indígenas debe ser intercultural y bilingüe y no ponen docentes indígenas, entonces los chicos que hablan Wichi, Qom no entienden de lo que se está hablando, entonces después pareciera que si el chico deja la escuela es la comunidad indígena la que no quiere acceder a la escuela.

Y lo complejo de esto es que estos discursos que aparecen a veces como solapados o de modo subterráneo, aparecen en casos como el del Secretario de salud salteño Antonio de los Ríos que en este caso, ante la muerte de 6 chicos Wichis, lo primero que sale a decir es a culpar a las propias familias, diciendo que: “esconden a los chicos en el monte”, “que tienen prácticas que están haciendo que ellos mismos se extingan”, esto es lo grave.

Cuando uno dice que todavía hay ciertas prácticas genocidas en el Estado, en la Sociedad, no tiene que ver con discursos que dicen “salgamos a matar a los indígenas”, sino que, por el contrario, tiene que ver con un modo de verlos en una categoría inferior a la de los blancos y que después aparecen estos discursos diciendo “los culpamos cuando ellos en realidad se mueren por condiciones que el Estado no habilita”.

Otro de los casos donde estás violencias se hacen muchísimo más efectivas son también cuando el problema es de la cuestión territorial y de la propiedad;  como hemos visto, en el caso del asesinato de Rafael Nahuel, en 2017, en la represión que terminó con el asesinato de Santiago Maldonado en la Comunidad Cuyamen, cuando los indígenas plantean demandas en el espacio público, las formas de represión que tienen las fuerzas Policiales son mucho más violentas que en otros casos de otros grupos sociales, por ejemplo.

Porque enseguida que el indígena es muchas veces visto como el pobrecito, en esta cosa paternalista, que muchos tienen con los indígenas, que los queremos ayudar, si es alguien con quien no nos podemos sentar a discutir políticas de salud de igual a igual, cuando lo que se discute son cuestiones territoriales, ese indígena pobrecito enseguida se empieza a transformar en un potencial peligro como los mapuches en Chile que vienen a ocupar la Patagonia, siempre termina en represión y con indígenas muertos, esta situación se repite muchísimo, e incluso exceden a los Gobiernos de Turno, Gobiernos  Provinciales o Nacionales, hay ciertas lógicas que han ocurrido de represiones y que están como muy metidas en las Fuerzas de Seguridad en Argentina”.