CRISIS DEL FAST FASHION: FRANCIA AVANZA CON UNA LEY HISTÓRICA Y ALERTA GLOBAL

CRISIS DEL FAST FASHION: FRANCIA AVANZA CON UNA LEY HISTÓRICA Y ALERTA GLOBAL

Francia aprobó la “Ley anti Shein”, que busca frenar el consumo de moda ultra rápida y reducir su impacto ambiental. En Argentina crece la preocupación por la importación de ropa usada.

Como frenar la Crisis del “ Fast fashion”

El 10 de junio de 2025, por primera vez en la historia , fue aprobada por la cámara baja de Francia en un contexto de 337 votos a favor y 1 en contra la Ley que regula y sanciona la moda ultra rápida, conocida como” ley anti shein” lo que marcaría un antes y un después en la forma de producción venta y consumo para las empresas de la industria textil.

Esta ley consiste en frenar el consumo y la producción del “usa y tire”, reducir el impacto ambiental con los tóxicos residuos textiles que terminan en vertederos, incentivar a las marcas a practicas mas sostenibles y por sobre todo concientizar a los consumidores sobre el costo real de las prendas de mano de obra barata que derivan en explotación laboral.

Pero irónicamente luego de cuatro meses sancionada la ley, el Gigante Shein inaugura su primer local en el centro de la capital francesa, nada menos que en el BHV del Marais, templo histórico, símbolo de Francia, convertido ahora en el consumo sin alma.

Como decía mi párroco Francisco “has lo que yo digo, no lo que yo hago “no podemos entender como aplicamos la ley y luego rompemos los códigos.

El país que es todo un arte en elegancia y glamour parece debilitado por la crisis y la inestabilidad de su gobierno que entre discursos y cambios firmo contratos, admite que no hay invasión sino rendición y nadie parece alzar la voz.

En Guangzhou, China, precisamente en el barrio de Panyu conocido como “Pueblo Shein” se concentra el imperio industrial textil más importante del planeta, con más 5000 fabricas que abastecen a 150 países que consumen la moda rápida.

En Argentina existe gran preocupación, estadísticamente se han importado más de 68 mil dólares en lo que va del año 2025 en prendas usadas procedentes de Estados Unidos, Pakistán, China, Corea Turquía y España.

La importación de ropa usada asciende 2.2 millones de dólares mientras que en el 2024 fue de 52 millones de dólares.

En el año 1999 hubo una prohibición de importar ropa usada a nuestro país quedando sin efecto y restricción alguna hasta el 2022. Mientras otros países avanzan en regulaciones, Argentina elimina controles claves de desregularización comercial y aduaneros, poniendo en riesgo a la industria nacional con una economía vulnerable y dependiente de las importaciones.

Estadísticamente en Argentina 7 de cada 10 prendas que se venden son de origen extranjero, se ha registrado una pérdida de mas de 1500 puestos de trabajo al mes y el ingreso de 70.000 mil toneladas de prendas importadas. Los argentinos batieron el récord en el consumo de compras de prendas importadas online. La indumentaria en Argentina es mucho más costosa en comparación a otros países, el problema está en la comercialización y la excesiva carga impositiva que las empresas no pueden sostener ni competir ante los grandes monstruos del fast fashion global.

¿Se convertirá Argentina en otro basural ambiental?

Cada año se producen más de 100.000 millones de prendas y el 60% se descarta en menos de un año, cuanto más barata la ropa más cara será nuestra agua que corre por los ríos.

La Unión Europea crea el pasaporte textil digital obligatorio que funcionará como código QR electrónico en cada prenda, este sistema estará conectado con bases de datos de aduanas, recicladores distribuidores y organismos de control con el objetivo de garantizar sostenibilidad y transparencia en la cadena de valor desde la materia prima, reciclaje final y procedencia. Cada consumidor podrá escanear el código de las prendas que contará su historia, composición, origen, impacto ambiental y ciclo de vida completo.

Hoy mas que nunca debemos proteger nuestros recursos naturales, proteger la industria textil local y artesanal y construir una nueva cultura por una moda más consciente y sostenible.

“Sin conciencia no hay futuro ,sin despertar no hay cambio”