LO QUE NO SE VE, NO SE SIENTE

LO QUE NO SE VE, NO SE SIENTE

Me he preguntado...una y otra vez las razones por las cuales una fracción importante de personas no acatan las restricciones y protocolos que provocan que el contagio se difunda exponencialmente.

Indiferencia.. podría ser una de las tantas, en la juventud seguramente la intrepidez, la insolencia y por último la necesidad de transgredir las órdenes.

Luego pensando en alguna otra de las razones, se me ocurrió que hubiera sucedido si el virus, además de contagiar y enfermar, cobrar vidas que no es poco, provocara manchas en el rostro como la lepra, y la gente perdiera su cabello por completo quedándose pelada como bola de billar.

Imaginan ustedes que la conducta de la gente sería otra... en lo que se refiere a acatar las medidas. En lo personal creo que rotundamente sería otra y hasta más temible, entonces la conciencia asomaría.

¿Dónde nos deja esto?, es una pregunta intimista que nos descubre en las vanidades más profundas, en la inseguridad de personalidades que viven sujetos a valores superfluos. De este modo,  los define con un Super Ego que se coloca más allá de la vida y de la muerte.

¡¡¡Es fundamental saber quienes somos no para mostrarnos!!! Para poder ser de algún modo útiles enfrentando a esta pandemia mundial que nos va a llevar puestos salvo que los irresponsables suelten la inmadurez y se pongan del lado de la urgencia y de la vida. Como el virus es invisible no se ve por fuera, no se siente.

 Pero si estuviera marcado en nuestros rostros creo que sería diferente.

Ser adulto no significa tener licencia para conducir.

Como consejo en los ratos libres lean a Jose Ingenieros "Las Fuerzas Morales", un libro que nos muestra por dónde empezar a quienes perdieron su Norte.