La Selección Argentina de Lionel Scaloni igualó 2 a 2 ante Alemania, en Dortmund, en un partido amistoso muy entretenido. En el primer tiempo los teutones dominaron las acciones ampliamente y a los 22 minutos ya estaban 2 a 0 arriba, aprovechando los errores de la defensa argentina, con goles de Gnabry y Havertz. Sin embargo, el conjunto albiceleste reaccionó en el complemento -en gran parte por los cambios que hizo Scaloni- y llegó al empate gracias a los tantos de Lucas Alario y Lucas Ocampos. Este 2 a 2 dejó una buena imagen final de la Argentina, aunque mostró dos facetas diferentes entre una etapa y la otra. Ahora, la Selección no tendrá mucho tiempo de descanso, ya que su próximo amistoso será ante Ecuador, este domingo desde las 11 (hora argentina), en España.
Ante una multitud de gente en el Westfalenstadion (como cada vez que juega allí el Borussia Dortmund, con una de las mejores hinchadas del planeta), el juego se vivió como lo que es, un verdadero clásico, desde el principio del cotejo. Tal es así que a los 10 minutos el capitán alemán, Joshua Kimmich, le metió un tremendo planchazo a Leandro Paredes, en una jugada que de haber sido por los puntos era de expulsión. Luego el conjunto alemán se tranquilizó y empezó con su juego habitual, tocando y triangulando hasta generar los espacios necesarios para poder lastimar a la Argentina. Al minuto 15, Niklas Süle cruzó un buen pelotazo en ataque hacia la derecha, para la llegada del veloz Lukas Klostermann, que le ganó la posición a Ángel Correa, desbordó y tiró un centro al área: el balón lo disputó y lo ganó el delantero del Bayern Münich, Serge Gnabry, y luego definió junto a un palo con cara externa, decretando la apertura del marcador ante un Agustín Marchesín que poco pudo hacer. Y seis minutos después llegaría otro vendaval teutón, luego de una pérdida de Marcos Rojo que ocasionó una contra encabezada por el mismo Klostermann a toda velocidad, quien abrió el juego para Gnabry y este último tiro un centro rasante para la entrada goleadora de Kai Havertz, que con un zurdazo alto puso el 2 a 0 ante una tremenda siesta de los defensores argentinos. Asi es, dos llegadas y dos goles, ante un rival que no te perdona nunca. Y el conjunto argentino no se pudo recuperar de estos dos cimbronazos. A los 30', Marcel Halstenberg ejecutó un tiro libre que se estrelló en el travesaño y de no ser por la mala fortuna, hubiese liquidado el juego en forma definitiva. Pero nunca hay que olvidar que esta "nueva" Selección de Scaloni es combativa y tiene jugadores con hambre, como Rodrigo De Paul, que un minuto después estrelló un remate fortísimo en el palo. Pero también hay jugadores que aún no rinden lo que se espera de ellos, como Paulo Dybala (se pierde en la cancha y desaparece del partido) y Roberto Pereyra, al que Scaloni le sigue dando oportunidades pero no termina de cerrar una buena actuación con la albiceleste. Caso aparte el de Nicolás Tagliafico, que sufrió en demasía las subidas de los alemanes por izquierda, como la de Serge Gnabry a los 44 minutos, que le ganó la espalda y por suerte definió mal ante la salida de Marchesín. Y al fin se terminó la primera parte para Argentina, que sufrió ante cada llegada alemana y nunca encontró un circuito de juego propicio para generarle peligro al arco defendido por Ter Stegen, al margen de la jugada de De Paul que fue una acción individual.
Era evidente que para el complemento algo había que cambiar en el equipo. Es por eso que Scaloni movió el banco: afuera Rojo y Correa, adentro Marcos Acuña y Lucas Ocampos, dándole más aire a un sector izquierdo en el que Argentina sufrió muchísimo en la primera etapa. Sin embargo, a los 9 minutos Alemania volvió a meter una contra letal, aunque por suerte el que llegó para definir fue el defensor Emre Can, que punteó el balón pero encontró muy atento a Agustín Marchesín. Luego se produjo el ingreso de Lucas Alario por Dybala, de muy flojo partido. Y en una de las primeras pelotas que tocó, el ex - goleador de river (actual B. Leverkusen) la mandó a guardar: luego de un buen centro de Acuña, el delantero se elevó y metió un soberbio cabezazo al palo más lejano que venció la resistencia del excelso Ter Stegen. Este gol cambió el ánimo de la Selección, que fue a buscar el empate con enjundia ante un conjunto alemán que se agazapó más de la cuenta y dejó crecer al equipo de Scaloni. Al minuto 32 la volvió a tener Alario, pero su remate salió apenas desviado. Y el mismo "Pipa" (que entró con muchas ganas y fue determinante en el resultado final) sería protagonista del empate argentino, a los 39 minutos, llevando el balón regateando a toda velocidad y cuando ingresó en el área se interpuso en su camino Lucas Ocampos, que con un derechazo a media altura sentenció el 2 a 2 definitivo, poniéndole justicia al marcador. La igualdad llegó luego de unos últimos treinta minutos excelentes del conjunto albiceleste, ante un rival siempre complicado -que también está en pleno proceso de renovación- que se vio sorprendido luego de las variantes ofensivas que propuso el DT argentino. La imagen final que dejó nuestra Selección fue muy buena, pero habrá que analizar en profundidad los 90 minutos.
Argentina mostró dos caras en este encuentro: la del primer tiempo, donde mostró muchas dudas defensivas en el sector izquierdo y no tuvo juego asociado ni creó situaciones de gol; y la de la segunda parte, donde encontró -a partir de los acertados cambios que realizó Scaloni- buenas sociedades entre Paredes y Acuña, sumado a los buenos ingresos en ofensiva de Alario y Ocampos, que nos dejan una buena señal de esperanza de cara al futuro. Futuro cercano e inmediato, ya que la Selección jugará este domingo otro encuentro amistoso: será en el estadio del Elche, en España, desde las 11 de la mañana (hora argentina) ante Ecuador. Recordando que en la próxima fecha FIFA (a mediados de noviembre, ante Uruguay y Paraguay), Lionel Messi podrá volver a jugar luego de cumplir las dos fechas de sanción que le fueron impuestas.
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