ACONCAGUA: HALLAN POSIBLE ESTRUCTURA INCAICA INÉDITA EN PLAZA DE MULAS

ACONCAGUA: HALLAN POSIBLE ESTRUCTURA INCAICA INÉDITA EN PLAZA DE MULAS

Descubren en Plaza de Mulas una línea de pircas que podría confirmar presencia incaica inédita en el Aconcagua, con posible función calendárica.

Impactante hallazgo en el Aconcagua: descubren rastros incaicos en zonas inéditas

El Aconcagua, conocido como “El Coloso de América”, vuelve a sorprender con un reciente hallazgo arqueológico que podría confirmar la presencia incaica en un sector hasta ahora inexplorado de la montaña más alta del continente. Investigadores detectaron una línea de pircas —muros de piedra apilada— en la zona de Plaza de Mulas, a 4.350 metros sobre el nivel del mar, que presenta características propias de la arquitectura incaica.

Según Miguel Doura, artista e investigador autodidacta que realizó el descubrimiento, la estructura —denominada “Línea Plaza de Mulas” o “Línea PM”— consta de un muro de entre 35 y 45 metros, construido con la técnica de doble lienzo típica de los incas, con un espacio de aproximadamente 30 centímetros relleno entre ambas líneas. Esta construcción no se encuentra en un área de tránsito habitual, lo que sugiere que su uso no fue cotidiano, sino con probable finalidad política, religiosa o sagrada.

La ubicación de la pirca, situada incluso por debajo del sitio donde se halló en 1985 la famosa momia inca del Aconcagua a 5.400 metros de altura, añade relevancia al descubrimiento. Esta momia, un niño que habría vivido alrededor del año 1500, fue el único indicio arqueológico hasta ahora de presencia inca en la región. Sin embargo, la nueva estructura amplía la comprensión de la influencia de esta cultura en el área, apuntando a una función vinculada al control del tiempo solar, con posibles alineamientos relacionados con los solsticios y equinoccios.

El hallazgo fue acompañado por el análisis de una valva izquierda de “Dallocardia radula”, un bivalvo marino originario de la costa peruana, que podría constituir una ofrenda, reforzando la hipótesis incaica del sitio. Doura aclaró que, aunque existe la posibilidad de que la pirca pertenezca a mineros posteriores, no se han encontrado evidencias de actividad minera en esa zona, lo que fortalece la teoría de un origen prehispánico.

La importancia de este descubrimiento radica no solo en la confirmación de la presencia incaica fuera del camino ritual conocido hacia el sitio de la Capac Cocha, sino también en la potencial función calendárica y cosmológica de la estructura. Según el investigador, la “Línea PM” podría haber servido para marcar la presencia de la autoridad y la divinidad en un espacio remoto, manteniendo la conexión con el dios Inti, o Sol, a través de eventos astronómicos relevantes para la cosmovisión inca.

Este hallazgo suma un nuevo capítulo a la historia y la riqueza cultural del Aconcagua, un lugar sagrado para las culturas ancestrales, cuyo nombre proviene del quechua y significa “Centinela de Piedra”. A la espera de estudios arqueológicos sistemáticos, la “Línea Plaza de Mulas” ofrece un nuevo testimonio de la complejidad y el alcance de la influencia incaica en los Andes.