DIA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE DOWN EN FAMAILLÁ
Hoy es el día Mundial del Síndrome de Down razón por la cual fui invitada a Famaillá para compartirlo con la gente del Centro de Día Amanecer y de la comunidad invitados por Gloria Reinoso, directora del Área Previsional y de Acción Social. La experiencia fue maravillosa.
Antes de comenzar a contarles sobre esta tarde inolvidable quiero comentarles que el Día Mundial del Síndrome de Down, fue impulsado por la Asamblea de las Naciones Unidas con la finalidad de ayudar a concientizar sobre aquellas cosas que se pueden hacer para lograr una verdadera inclusión de las personas que tienen esta alteración genética. La fecha fue elegida debido al proceso de división genético denominado Trisomía 21. El día 21 del mes 3 del año se usa para simbolizar esa trisomía. Recordemos que el Sindrome de Down no es una emfermedad, sino una condición o trastorno cromosómico que ocurre cuando aparece una alteración o material genético extra en el cromosoma 21, generando discapacidad intelectual.
Explicado el por qué de la fecha y brindados los detalles de esta condición paso a comentarles que desde las 17.30 se llevaron a cabo varias actividades en la Plaza San Martín de Famaillá. Para iniciar la jornada se decoró el sector ubicado frente a la Iglesia con guirnaldas y globos, luego se dispusieron los banners, las mesas con premios, los diferentes juegos como el bowling... Posteriormente chicos y grandes fueron a que les pinten la cara y desde ese momento un clima de festejo se adueñó del lugar.
Minutos más tarde al compás de una canción de Xuxa todos los integrantes del Centro de Día Amanecer y las personas que se acercaron disfrutaron del baile y la risa. Alumnos, profes, terapeutas, padres, directores... Y quien no bailaba acompañaba con palmas. Cómo explicarles con palabras la emoción de ese momento, la satisfacción de ver que todos los presentes estábamos viviendo un instante que era una muestra más de que la integración es un elemento fundamental para construir una sociedad más bonita.
Después llegó el toque tradicionalista de la mano del folclore grupal y nadie se quedó sin sarandeo ni zapateo, si hasta el sacerdote se cruzó y se sumó a la fiesta, bailando, aplaudiendo y acompañando con palabras y oraciones.
Dos parejas interpretaron luego dos temas folklóricos, primero una y posteriormente la otra fueron aclamados por el público presente que los alentaba coreando sus nombres.
La música moderna no estuvo ausente y una de las niñas con su profe se ganó más y más aplausos de la gente que reconoció sus dotes para la danza al compás del marcado ritmo.
Vanesa Juárez llegó con su encanto y su profesionalismo para ponerle más sabor a esta tarde que desde el segundo uno fue capaz de provocar un cúmulo de alegría y emociones.
Al final seguirían los juegos para continuar compartiendo actividades y viviendo un día inolvidable demostrando una vez que las diferencias nos enriquecen y el respeto nos une, haciendo que se torne hermoso el trabajo en equipo.
Hoy no fue un día más para mí sino un día especial, porque esta propuesta así lo hizo y como tal me invita a soñar recordando esa bellísima frase de Galeano, que alguien hace poco me regaló estampada en una remera: "Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”. Gracias a quienes hoy lo hicieron posible! Gracias por hacerme sentir parte! Felicitaciones Gloria Reinoso, Dora Reinoso y a todos y cada uno de los que participaron hoy de este encuentro único! Sigamos visibilizando y trabajando por una sociedad integrada!
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