42° FIESTA NACIONAL DE LA EMPANADA EN FAMAILLÁ
Ayer tuvo lugar en Famaillá, provincia de Tucumán, edición número 42 de la tradicional Fiesta de la empanada. Sin embargo el proceso de selección de las empanaderas había comenzado una semana antes, cuando en el Cabildo de esa bellísima ciudad se realizó la preselección. En esta columna les voy a contar cómo es vivir esta hermosa fiesta desde adentro...
Desde Diario Prensa del Interior comenzó el descubrimiento la bellísima Famaillá. Una ciudad que tiene réplicas de la Casa Histórica, el Cabildo, la Pirámide de Mayo, varias esculturas entre la que está la de la Mano de Dios, en homenaje a Diego, un bellísimo balneario y se caracteriza por ser la Capital Nacional de la Empanada, título que tiene más que merecido.
Tuve en esta oportunidad el honor de formar parte del jurado que tuvo la tarea de elegir a la campeona y subcampeona de la empanada junto a Alejandra Cruz (Miembro Vitalicio del Jurado de la elección de la Campeona Nacional de la Empanada); Jesús Soria (Chef gastronómico Profesional, Master en gastronomía, Chef Instructor, Jefe de Cocina, Presidente del Concurso Provincial del Pan Dulce); Miriam Brizuela (Mujer destacada de la provincia, Empanada de oro 2007, Locutora nacional, Conductora de radio LV 12; y América Tucumán); Mirta Soledad Soria (desde el año 2005 integrante del Jurado de la Elección de la Campeona Nacional de la Empanada); Juan Ignacio Tenuta Ciale (Perteneciente al Ente Tucumán Turismo, Profesional en Turismo, trayectoria en Cursos y Congresos, Diplomático en Administracion de empresas Turisticas); Marite Muñoz (Abogada, Juez de paz, Secretaria General de CLAIP); María Cuello Campeona Nacional 1986, Hortencia Salguero (Jurado Vitalicio) y Corcho Rez Masud (Cocinero profesional, integrante de los programas "Con mucho Picante" y "Tucumán a las Brasas" de canal 10 de Tucumán).
Durante ese proceso aprendí que para las y los tucumanos y las y los famaillenses en particular, elaborar las empanadas encierra miles de cosas, hay una tradición, enseñanzas que se van pasando de generación en generación, pequeños secretos para hacer la masa o el repulgue, historias de vida, anécdotas y un amor indescriptible que hace que esa comida típica sea mucho más que una masa con relleno, es algo que es parte de su identidad, de su día a día, que se comparte con hijos, sobrinos, nietos...
En la preselección de las y los participantes, porque este año se abrió también a los hombres un concurso que durante años fue exclusivo de las mujeres, nos contaron detalles de sus vidas, nos hablaron de sus familias, de sus hijos, de cómo habían comenzado a hacer empanadas y por qué, y se notó que ponían el corazón en lo que hacían al punto que mientras nos deleitabamos con las riquísimas empanadas también nos sentíamos emocionados con sus vivencias. Los finalistas fueron:
- Lorena Ruiz
- Lucía Palavecino
- Américo Figueroa
- Gladys Perea
- Stella loNeira
- Juana Contreras
- Elizabeth Diaz
- Stella Coronel
- Eugenia Maria Romano
- Fátima Jara
Ese día las empanadas llegaban horneadas de sus casas, ayer pudimos ver todo el proceso de elaboración con todo lo que eso implica. Todo estaba cuidado, calculado, trajeron cada ingrediente de su casa: el matambre, la cebolla, la cebolla verde, los huevos, los condimentos, la harina, el agua, la grasa, en algunos casos aceite que usaron para freír. Cortaron el matambre, picaron las cebollas, es prácticamente indescriptible la concentración que tenían, la dedicación que ponían en cada cosa... En las ollas ubicadas en los braseros se producía la cocción de los ingredientes a los cuales le agregaban los condimentos.
La masa implica un sinnúmero de técnicas y cada empanadera la elabora a su modo, pero los ingredientes son los mismos, algunas miden todo minuciosamente, otras saben calcular con la seguridad que les dan años de experiencia realizando el mismo proceso. Una vez hecha la masa la dejan reposar algunas tapada con un repasador, otras dentro de una bolsa.
Minutos después con el picadillo elaborado comenzaban a dividir la masa para hacer los "pupitos" y ahí cada una aplicaba su técnica para medir y que salgan del mismo tamaño. Luego los dejaban reposar. Posteriormente estiraban y una vez que se enfriaba el relleno, armaban la empanada a la cual le ponían la mezcla del matambre y la cebolla, la cebollita verde y los huevos.
La cerraban con el repulgue. Son 13 en el caso de la empanada Famaillense, las explicaciones son dos: por Jesús y los apóstoles y para que todas tengan el mismo tamaño. Y luego las llevaban al horno. En 90 minutos debían estar listas para servir las empanadas.
Si cuento el proceso en detalle es porque relatado paso a paso uno dimensiona el trabajo y el amor que implica hacer una empanada y a su vez puede apreciarse cómo es realizar todos estos pasos en casa mientras hay que ocuparse de otras tareas. Pero también se puede pensar en la responsabilidad que implica elegir a alguien que represente a un lugar con una tradición tan importante, con una empanada que es incluso parte de la vida diaria. Todas y todos los participantes que llegaron a la preselección y a la selección merecen un reconocimiento por mantener viva una tradición, por permitir que no se pierda, por contribuir a que ese lugar siga identificándose con las empanadas.
La Fiesta de la Empanada según aprendí es mucho más que una fiesta, es el reflejo de una sociedad, de un lugar y puedo decir que para mi visión el reflejo de una lucha día a día. Escuché historias fuertísimas de gente que salió adelante vendiendo empanadas, de hijos que colaboran para que estén hechas, de sueños cumplidos... Quizá no pueda volcar en palabras la expectativa que tenían los participantes con respecto a la elección, quizá no pueda pero sí puedo decirles que para ellos representar Famaillá y su Fiesta es un honor y se nota porque lo manifiestan a través de lo que dicen pero también a través de sus expresiones que denotan el amor que tienen por lo que hacen. Otra cosa que quisiera destacar es el compañerismo que hay entre los y las participantes, que para esperar el resultado se tomaron de las manos los 10, fue un instante único e inolvidable.
Lucía Palavecino fue la campeona con 590 puntos y me emocioné a tal punto que le debo el saludo de felicitaciones como también a Stella Neira subcampeona con 557 puntos y a Juana Teresa Contreras, en tercer lugar con 553 puntos. La verdad es que en ese momento se vivía algo tan fuerte realmente, tan emotivo, que quedé inmóvil, me ganó la emoción porque cuando las escuché la primera vez, sentí la lucha, vi el esfuerzo, la perseverancia... me dio la sensación de que todos esos obstáculos diarios se transformaban en amor y sabor porque realmente las empanadas que hacen son exquisitas.
Mientras se llevaba a cabo la elección, en el escenario había diversos espectáculos bailes folklóricos, grupos musicales, cantantes. Al tiempo que en el predio había carpas de diferentes emprendedores que tenían su espacio para mostrar el trabajo que hacen. Me pareció un hermoso marco para esta fiesta que sin duda es del pueblo.
La lluvia alteró los planes y los espectáculos lamentablemente no pudieron continuar y los puestos debieron desarmarse. La fiesta tuvo que suspenderse. Pero minutos antes de marcharme cuando esperaba para volver pude ver otra escena que no voy a olvidar. La gente estaba en las carpas degustando comidas típicas y había otras personas que estaban a la interperie en medio de la lluvia y comenzaron a moverse para hacerles un lugar para que puedan disfrutar de los músicos que estaban tocando y resguardarse de la lluvia. Siempre digo que cuando voy a Famaillá tengo la sensación de que es una familia grande, una vez más lo corroboré.
Me tocó estar al lado de un jurado realmente admirable, todos de trayectoria, muchos jurados desde hace años, los cuales tuvieron mucha paciencia ante mi inexperiencia y de los que aprendí muchísimo, agradezco de corazón esa actitud de integración y esa gentileza. Jamás voy a poder explicar con palabras lo que viví porque todas absolutamente todas me quedan chicas para describirlo. A todos los lectores quiero invitarlos a que si tienen la oportunidad no se pierdan las próximas ediciones de la Fiesta de la Empanada y si piensan visitar el norte que no se olviden de pasar por Famaillá, si llegan esa ciudad seguro no van a dudar en volver una y otra vez.
Por último quiero agradecer al intendente José Orellana, a la legisladora Sandra Mendoza, al director de Turismo David Acevedo, a todas las chicas de Turismo que con tanta amabilidad nos atendieron, a todas y cada una de las participantes y los participantes que me enseñaron tanto, a todos los que hicieron que ese momento sea una verdadera fiesta.
Fotos: Gentileza de Prensa de la Municipalidad de Famaillá
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