30 DE NOVIEMBRE: DIA NACIONAL DEL MATE

30 DE NOVIEMBRE: DIA NACIONAL DEL MATE

 

El Mate, la infusión….  Es nuestro encuentro familiar…  el encuentro entre amigos/as… es nuestro mimo a quien llega a nuestra casa….  Está asociado a nuestra cultura nacional,  es símbolo de la argentinidad.

Desde el año 2015, el Día Nacional del Mate se celebra el 30 de noviembre,  por el nacimiento de Andrés Guacurarí y Artigas,  conocido como Andresito, quien fuera el único gobernador de origen indígena de toda la historia Argentina.

Andresito nació en Santo Tomé, Provincia de Santa Fe,  el 30 de noviembre de 1778.   Fue un importante caudillo federal que defendió la Argentina durante las invasiones brasileñas.  Falleció en Rio de Janeiro en 1821.

 

Formas de consumir el Mate

  • Mate tradicional:  Vierta la yerba mate dentro del mate (recipiente), hasta alcanzar aproximadamente el 80% del mismo.  Tape la boca del recipiente, vuélquelo boca abajo y agítelo enérgicamente para que la yerba más fina quede arriba y la bombilla no se obstruya cuando servimos el mate.  La yerba debe quedar inclinada a 45° aproximadamente, de manera que se forme una cavidad en uno de los costados.  Humedecerla con una pequeña cantidad de agua tibia y luego repetir la operación con agua mas caliente. Esperar que la yerba absorba el agua y recién entonces introducir la bombilla en el área humedecida de manera que quede firme y recostarla contra la pared del mate.  Servir en pequeñas cantidades, para aproximadamente 2 o 3 sorbos. Servir a una temperatura de entre 0 a 80°C y listo.!!!
  • Mate de leche (nutritivo)  Caliente un litro de leche con azúcar y canela a gusto.  Coloque ¾ partes de yerba mate en un recipiente a su elección.  Tápelo con la palma de la mano.   Invierta y agite enérgicamente.  Vuélvalo a su posición normal y vierta leche tibia previamente preparada en el costado vacio, deje reposar unos instantes, coloque la bombilla inclinada en a yerba mojada y comience a cebar a 70 u 80 grados centígrados.
  • Mate de pomelo (aporta vitaminas)   Elija un pomelo y realice en el centro un agujero suficientemente grande como para colocar yerba mate.  Vierta agua tibia en el costado vacio, deje reposar unos instantes, coloque la bombilla inclinada en la yerba mojada y comience a cebar a 70 u 80 grados centrigrados.
  • Tereré (refrescante)   En una jarra coloque un litro de agua fría, cubitos de hielo y exprima dos limones y azúcar a gusto.   También se puede usar jugo de otras frutas, ramitas de menta y otras hierbas.  En un vaso, vuelque 2/4 partes de yerba mate. Tápelo con la palma de la mano.  Invierta y agite enérgicamente. Vuélvalo a su posición normal y vierta el preparado.     
  • Mate cocido frío   En una jarra coloque un litro de agua fría, cubitos de hielo, dos cucharadas soperas de yerba mate soluble y azúcar a gusto.  Sirva bien frio.    También se puede hacer con saquitos de yerba mate hacer el mate cocido y enfriarlo.
  • Mate cocido tradicional (caliente)   Vuelque agua caliente en una taza y coloque un saquito de yerba mate o yerba mate soluble a gusto.  Agregue azúcar.  Deje reposar unos instantes.  

 

¿Qué es la Yerba Mate?

La Yerba mate (Ilex Paraguariensis) es un árbol nativo de la Selva Paranaense, de Sudamérica.  Los primeros en consumir sus hojas fueron los aborígenes de la etnia Guaraní,  que las usaban como bebida, almacenándolas en una calabaza, agregando agua y sorbiendo mediante bombillas hechas de cañas o también mascando durante sus largas marchas.

En estado silvestre, este árbol alcanza una altura de entre 12 y 16 metros.  Para poder realizar la cosecha de sus hojas, actualmente las plantas son podadas a una altura de 3 a 5 metros.

La cosecha se realiza en forma manual.  Comienza en abril o mayo y se extiende hasta septiembre.  Después de la cosecha, el árbol de la yerba mate se regenera y produce más hojas.

 

Zona productora

El árbol de la Yerba Mate crece con fines productivos únicamente en el área original de la Selva Paranaense, en los países de Brasil, Paraguay y Argentina.

La Argentina es el principal productor mundial de Yerba Mate y dentro de la Argentina la planta se cultiva en las provincias de Misiones y Corrientes.

Es esa región del noroeste de la Argentina la cadena productiva está integrada por pequeños productores, secadores y molinos.

 

Procesos de elaboración

Sus hojas, una vez procesadas son utilizadas como infusión y consumidas por millones de argentinos, como una alternativa saludable.

La elaboración de la yerba mate comprende el sapecado, el secado y el canchado,  debe iniciarse dentro de las 24 hs. de cosechada, con el fin de evitar la fermentación.

Cultivo:  Se desarrollan plantínes con semillas maduras y se los conservan hasta los 7 a 10 centímetros.

Los plantínes permanecen en viveros entre 9 y 12 meses y luego son trasladados a campo.

A los cuatro años la planta alcanza un desarrollo apto para la poda o cosecha.

Cosecha:  A los cuatro años la planta alcanza un desarrollo apto para la poda o cosecha.

Sapecado y secado:  En estos procesos se somete la hoja verde a fuego directo y al calor para reducir al mínimo el porcentaje de humedad.

Canchado y estacionado: Se realiza una molienda gruesa o “canchado” de la hoja ya seca.  Luego se coloca la yerba canchada en bolsas y se la estaciona en depósitos especiales

Envasado y estampillado:  Se envasan en paquetes que mantienen intacta la calidad del producto y se coloca la estampilla del INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate) en cada uno de ellos.

 

Propiedades

El consumo de la Yerba Mate, aporta al organismo gran cantidad de polifenoles, vitaminas del complejo B, potasio, magnesio  y xantinas.

Los polifenoles son un poderoso antioxidante, aumentan las defensas y disminuyen el envejecimiento celular.

Las vitaminas B ayudan al cuerpo a aprovechar mejor la energía de los alimentos ingeridos.

El potasio y el magnesio son sustancias importantes para fijar proteínas y para el correcto funcionamiento del corazón.

Las xantinas (cafeína, teobromina) son compuestos que estimulan el sistema nervioso central.

Leyenda de la yerba mate

Contaban los ancianos que a la vera de un arroyo, en medio de la selva misionera, se había detenido un indio de mucha edad que agobiado por el peso de los años, ya no podía seguir a su tribu.

Los suyos siguieron su camino.  Quedaron el anciano y su hija, la hermosa Yarí, que no quiso abandonarlo, solos en la espesura del monte.

Una tarde llegó hasta su refugio un extraño viajero, que hablaba el mismo idioma que ellos, pero a quien su traza y sus ropas lo hacían ajeno a la región y a la raza.

Yarí y su padre asaron un acutí y convidaron al extraño con ese y otros humildes manjares que les brindaba el monte.  Al recibir tanta hospitalidad y esfuerzo de parte de padre e hija, el visitante, que no era otro que Tupá (el Dios del bien), quiso recompensarlos para que pudieran dar siempre un generoso agasajo a sus huéspedes y aliviar sus largas horas de soledad.

Hizo brotar Tupá una nueva planta en la selva y nombró diosa protectora de ella a Yarí.  Les enseñó a secar sus ramas al fuego y preparar una exquisita infusión que repondría las fuerzas de quien la tomara y haría las delicias de sus visitantes.  Quedó pues la planta bajo la tierna protección de la hermosa joven, que fue desde entonces Caá Yarí, custodia de los yerbales y su fruto.  El regalo de Tupá, la infusión vivificadora, no era otra cosa que nuestra yerba mate.