MUNDIAL SUB-20: ARGENTINA TUVO UN ARRANQUE A PURO GOL, DOS JUGADAS DEL VAR FUERON CLAVE

Venció 5-2 a Sudáfrica en el debut, con los tantos de Vera, Barco (2), Álvarez y Gaich. El próximo rival será Portugal. En cuatro minutos, el partido frente a Sudáfrica recibió dos fallos importantes del árbitro que le cambiaron el rumbo.

Arrancó con el pie derecho Argentina en el Mundial Sub-20, el mismo pie con el que Ezequiel Barco condujo al equipo que comanda Fernando Batista. El ex mediocampista de Independiente anotó el 2-1 de penal cuando Argentina jugaba mal y no podía doblegar a Sudáfrica, y cuatro minutos más tarde convirtió un golazo: conectó de aire, con cara interna, para clavarla en un ángulo.

El 5-2 en definitiva no explica la verdad de lo acontecido, aunque es cierto que Argentina ganó bien porque tiene mejores individualidades que su rival africano. La Selección tardó 3 minutos en conseguir la ventaja: un centro exacto del volante de River Cristian Ferreira encontró un gran cabezazo de Fausto Vera, de Argentinos.

Apenas cuatro minutos. En ese lapso, el complicado debut de Argentina en el Mundial sub-20 se simplificó. Fue a fuerza de goles pero también de decisiones clave del árbitro del partido, el eslovaco Ivan Kruzliak, previa asistencia del VAR.

La primera ocurrió a los 16 minutos del segundo tiempo, tres minutos después de que Cristian Ferreira -el protagonista de la jugada a revisar- dejara la cancha para que ingresara Adolfo Gaich.

Tras escuchar a los asistentes de video, Kruzliak paró el partido y fue a ver la imagen de la supuesta falta de Khupe Givemore sobre el jugador de River. Fueron varias repeticiones hasta que finalmente se decidió y sancionó el penal que Ezequiel Barco cambió por el 2 a 1.

No pasó mucho tiempo cuando otra vez el VAR entró en acción y otra vez el perjudicado fue Sudáfrica. A los 20 minutos, el árbitro eslovaco paró el partido y expulsó a Keenan Phillips, quien en el primer tiempo había anotado el 1-1 parcial. Fue por una infracción sobre Francisco Ortega, que Kruzliak había interpretado que era para amonestación pero que luego, tras revisarla, juzgó como expulsión.