HORROR EN SANTIAGO DEL ESTERO, HERMANOS ABUSADOS EN UN CAMPO: "NO SÉ QUIÉN ES EL PADRE PORQUE ME VIOLABAN TODOS"

HORROR EN SANTIAGO DEL ESTERO, HERMANOS ABUSADOS EN UN CAMPO: "NO SÉ QUIÉN ES EL PADRE PORQUE ME VIOLABAN TODOS"

Son los seis hermanos de entre 8 y 16 años que eran abusados por su padre, los dueños del campo y los hijos de los hacendados. La mayor, fue madre dos veces por las violaciones. Detalles de la horrorosa historia y los testimonios.

El escenario es un campo del departamento Sarmiento, en la provincia de Santiago del Estero. En los años 2018 y 2019, el padre, sus dos patrones (esposa y esposo) y los tres hijos de ese matrimonio habrían convertido la vivienda en una casa del horror, con los seis hermanitos relegados al rol de esclavos sexuales.

 

ABUSADOS Y DESNUTRIDOS

Con el padre biológico a la cabeza de un grupo de perversos, la Justicia lanzó órdenes de detención para seis individuos, acusados de haber violado a seis hermanitos huérfanos de madre, de haberlos mantenido cautivos, y de haberlos sometido a duros castigos con un látigo. Los chicos pasaban hambre y no iban a la escuela.

La jueza Sara Harón hizo lugar al requerimiento de la fiscal Jésica Lucas, quien timonea una investigación capaz de sacudir y herir el mundo interior hasta del más frío instructor.

 

DOS HIJOS

El horror comenzó con la muerte de la madre de los seis hermanos. La mayor hoy tiene 16 años y fue madre dos veces. "No sé quién es el padre porque me violaban entre todos", habría confiado en Cámara Gesell y los psicólogos debieron interrumpirla en varias ocasiones porque la menor estallaba en llanto.

El grupo de víctimas está compuesto también por una adolescente de 15, con un cuadro de salud adverso; un varón de 13, otra mujercita de 12 un varón de 10 y la más pequeña de 8.

Todas las noches, cada adulto se llevaba a su habitación a algún hermanito. Tan torcida en sus pasiones, la patrona también era la victimaria de uno de los chicos. Luego, se lo entregaba a uno de sus tres hijos, según pudieron determinar los investigadores que lograron rescatar de tamaña pesadilla a los hermanitos.

 

ESCALOFRIANTES DETALLES

Los detalles de las revelaciones de los niños conmocionaron a los efectivos y a los agentes de Justicia, quienes hoy hacen enormes esfuerzos para mantenerse en eje ante lo repulsivo de las conductas de los adultos.

"Los tíos (así el padre los obligaba a tratarlos a los patrones) nos hacían de todo", supo confiar la nena más chiquita, con un peso de no más de 30 kilos. A las vejaciones y los cuerpos corrompidos, los seis degenerados adosaron tratos inhumanos en la vida cotidiana.

"No comíamos todos los días; no nos mandaban a la escuela", ahondaron.
Revelaron que cuando su progenitor desaparecía para trabajar en los hornos de carbón, sus hijos sufrían acciones de una perversión mayúscula, sin distinción de sexo, edad, o vínculo familiar en los dueños del campo.

 

LA DENUNCIA

A mediados de 2019, dos familiares se apiadaron de aquellas almas en pena. Acudieron a un organismo provincial y contaron el tremendo drama de los chicos. Así fue que por intervención de esa entidad, rescataron a los seis hermanos. De a poco, los chicos descubrieron que todo lo hecho con sus cuerpos "estaba mal", reconoció una víctima. De a poquito, desgranaron sus historias y fue interpuesta la denuncia. La investigación arrancó con un proceso contra dos, quienes fueron imputados y luego beneficiados con falta de mérito.

Ahora, Jésica Lucas tomó las riendas de la causa; escuchó a todos los hermanitos en Cámara Gesell (con psicólogos); la falta de mérito fue revocada y lanzó redadas contra los seis involucrados.

COMIENZO DEL INFIERNO

La mayor de los hermanos, fue forzada a ser madre, en dos ocasiones, supo quebrarse y confiarle a los psicólogos: "Quisiera ser niña; todo era más fácil y éramos felices y estábamos seguros".

Al fallecer su madre, ellos comenzaron a sufrir un infierno. "Nos trataban como perros", explicó a los investigadores. No está clara la razón del fallecimiento de la mamá. Los niños dijeron que estaba internada en un hospital.

De las diferentes entrevistas a las que fue asistida, desde el 2019 a esta parte, la adolescente dejó en claro diversos conceptos: "Mi padre me abusó de niña. No sé cuándo fue. Después, le siguió mi primo (hijo de sus "tíos").

"Me hacían lo que querían. No sé de quiénes son mis dos hijos", lamentó con neta desolación.

Los chicos carecían de todo recurso para comer y para beber agua.

 

RESCATADOS DEL HORROR

En el momento de ser rescatados, los funcionarios provinciales fueron a un organismo policial y concretaron la liberación de los hermanitos. Todos ellos presentaban un común denominador: desnutrición. Una de las hermanitas lloraba tanto que debió ser hospitalizada y el Juzgado de Menores abrió una investigación, previo adoptar una medida excepcional y los seis hermanitos ascendieron a un vehículo que los sacó de aquel horror.

Allí, el Estado descubrió que la realidad de los menores era más cruda, había más que sus cuerpos flacos y harapientos. Urgente, los funcionarios trasladaron la historia al "tamiz" de la Fiscalía y el equipo de investigadores expuso las penurias de seis “vidas robadas”, maltratadas, abusadas por los seis adultos, cuyas conductas hoy los exponen a prisión por un largo, muy largo tiempo.

PRUEBAS
Con una perspectiva de neta defensa y protección de niños y adolescentes, la Dra. Lucas tomó cartas en el asunto hasta lo más profundo de la corrupción de los seis adultos, resuelta en determinar las culpabilidades y que, de ser así, se los envíe a la cárcel, tarde o temprano.

Los investigadores se basan en pruebas sustanciosas. Por ejemplo, la declaración de un tío ante la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia, en el año 2018.


TESTIMONIO
Ya en ese entonces, el familiar supo declarar que estaba triste por sus sobrinos. "Nos les dan de comer; les pegan mucho; a una chiquita discapacitada no le hacen control alguno; "otrita" tiene la piernita quemada casi en un 80% y no la llevaron al médico", explicó el hombre.

Ahondó que otra de las hermanas era alimentada con leche de cabra, porque el almuerzo era un lujo reservado solo para los grandes. Ahora, se supo que además, los abusaban de noche y hambreaban de día, sin segundas o terceras interpretaciones. Por si fuese insuficiente, indicó que a una de las nenas la castigaban con un látigo, reveló El Liberal.

 

DOS UNIVERSOS OPUESTOS

Los funcionarios y la Justicia se llevaron a los hermanos, bien lejos de sus verdugos. Otras camas, comida, ningún reto, y las violaciones cesaron definitivamente. Sin embargo, los hermanos se fueron despertando a una nueva vida, atreviéndose a hacer bromas.

Pero entonces, la historia incluyó un capítulo que dejó a todos perplejos. Los chicos jugaban y bromeaban, enrostrándose las calamidades sexuales a las que los adultos los forzaban a cumplir. Ellos no tenían dimensión alguna que para la Ley, es un abuso sexual. O tal vez, sus psiquis los transportaba a otro mundo en que no experimentaban la cruda repulsión.

"No sabía nada acerca de todo eso; si ni siquiera íbamos a la escuela; no nos mandaban porque quedaba muy lejos; nos hacían lo que querían; si con mi primera hija me hicieron denunciar y que culpe a otro hombre en la policía para que nadie se de cuenta de lo que estaba pasando en realidad", explicó la mayor a los investigadores.


BUSCAN QUEDAR LIBRES

Varias comisiones policiales golpeaban anoche fuerte en tres domicilios del departamento Sarmiento. Se sabe que cayeron presos, el padre y los dos patrones, pero aún seguían lejos del radar policial los tres hermanos e hijos de los dueños del campo.

Los abogados tramitaban eximiciones de prisión en vano, ya que el cúmulo de delitos enrostrados tornaba imposible el recurso ante el espanto de los ultrajes cometidos.

 

IMPUTACIÓN

"Abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y la convivencia"; "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo y la convivencia"; "abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia y la guarda"; "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la guarda y convivencia y lesiones leves agravadas en concurso real"; "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia y guarda y lesiones leves agravadas en concurso real"; "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia y la guarda"; "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia y la guarda", eran las imputaciones para los seis individuos, incluida la "tía".

Los abogados deslizaron a El Liberal que deberán litigar en contra de todo el Código Penal, ya que los adultos no habrían discriminado delito alguno y no dejaron una línea sin cruzar.