HISTÓRICA REFORMA FISCAL EN BRASIL: EXIMEN DE IMPUESTOS A 25 MILLONES Y CREAN TRIBUTO A LOS ULTRARRICOS

HISTÓRICA REFORMA FISCAL EN BRASIL: EXIMEN DE IMPUESTOS A 25 MILLONES Y CREAN TRIBUTO A LOS ULTRARRICOS

El Senado aprobó una reforma que elimina el impuesto a los sueldos bajos y crea un gravamen mínimo para las grandes fortunas. Lula habló de “justicia tributaria”.

El Senado de Brasil aprobó este miércoles una histórica reforma fiscal que beneficiará a unos 25 millones de trabajadores, al establecer impuesto cero para quienes ganan hasta 5000 reales mensuales y un gravamen mínimo para las grandes fortunas.

Hoy es un día histórico. Dimos un paso decisivo para un país más justo”, celebró el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en su cuenta de X (ex Twitter). El mandatario destacó que se trató de una “victoria de la democracia y de la justicia social”, y agradeció al Congreso por la aprobación unánime en ambas cámaras. “El nombre de esto es justicia tributaria: quien gana mucho va a contribuir con su justa parte”, agregó.

 

Exención para los salarios más bajos

La medida establece impuesto cero para quienes perciben hasta 5000 reales mensuales (unos 930 dólares) y tasa reducida para ingresos de entre 5000 y 7350 reales (unos 1300 dólares).
Según cálculos oficiales, unos 25 millones de brasileños se verán beneficiados. “Se trata de hacer valer el principio de progresividad tributaria: quien tiene menos paga menos y quien tiene más paga más”, explicó el senador Renan Calheiros, uno de los impulsores del proyecto.

Un nuevo impuesto para los “ultrarricos”

Para compensar la baja de recaudación, la reforma introduce un impuesto mínimo a quienes ganan más de 600 mil reales anuales (113 mil dólares), con una tasa máxima del 10% para rentas superiores a 1,2 millones de reales (223 mil dólares).
El tributo también contempla los dividendos empresariales, principal fuente de ingresos de los más acaudalados.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, este nuevo gravamen afectará apenas al 0,13% de los contribuyentes.

La iniciativa fue una de las promesas centrales de Lula durante la campaña de 2022 y es considerada una pieza clave para su estrategia de reelección en 2026.