LOS COMBUSTIBLES SUBIERON MÁS DEL 40% EN 2025 Y SUPERARON A LA INFLACIÓN
Durante 2025, los precios de los combustibles aumentaron más del 40%, superando la inflación anual. Devaluación, impuestos y biocombustibles, entre los factores clave.
Un año de fuertes aumentos en los surtidores
A lo largo de 2025, los precios de los combustibles acumularon subas superiores al 40%, un nivel que superó ampliamente a la inflación anual, estimada en torno al 30%. Así lo reflejaron distintos informes privados que analizaron el impacto del nuevo esquema cambiario, la evolución del precio internacional del crudo y los costos internos del sector energético.
Los aumentos estuvieron impulsados por una combinación de factores locales e internacionales, entre ellos la devaluación del peso, la actualización de impuestos y los mayores costos de los biocombustibles, que inciden directamente en la estructura de precios.
Según un informe elaborado por Montamat & Asociados, “en los surtidores los precios acumularon un incremento mayor al 40% durante el año 2025, superando la inflación acumulada, aunque también esto estuvo influenciado por la volatilidad del mercado”.
Precios dinámicos y ajustes por demanda
El estudio remarcó que durante el año se mantuvo la política de precios variables según la demanda, la ubicación geográfica y el horario, especialmente en la red de estaciones de servicio de YPF. Este esquema generó variaciones semanales e incluso diarias en los valores al público.
En el acumulado de diciembre, el ajuste mensual llegó a superar el 4% a nivel nacional. De acuerdo al mismo informe, “los incrementos a lo largo del año apuntaron a compensar las subas del tipo de cambio (41%), el biodiesel (67%), el bioetanol (37%) y los impuestos a los combustibles (52%), dando como resultado incrementos por encima de la inflación (31%)”.
Precios y paridad de importación
Tras la sucesión de aumentos, los precios de los combustibles quedaron levemente por encima de la paridad de importación. En diciembre, el valor de las naftas grado 2 (premium) se ubicó en promedio un 9% por encima de su paridad a nivel país. En el caso del gasoil, el precio quedó apenas por encima, en menos del 1%, un nivel considerado prácticamente en paridad.
Este escenario derivó en el anuncio de una baja de precios por parte de YPF. El presidente y CEO de la compañía, Horacio Marín, informó que la petrolera aplicaría una reducción del 2% en los valores de los combustibles. “Todos los días un poquito, no en todos los lados iguales”, explicó, en referencia a la estrategia de ajustes graduales.
Desde la empresa reiteraron que los precios no responden únicamente a la cotización internacional del petróleo, sino también al tipo de cambio, al impuesto a los combustibles y a los precios regulados de los biocombustibles, que tienen un impacto directo en los costos.
Los factores detrás de las subas
Al analizar la suba registrada en diciembre, el director de Aleph Energy, Daniel Dreizzen, señaló que los precios de los combustibles habían quedado rezagados frente a la devaluación acumulada desde julio, y consideró que las empresas probablemente postergaron los aumentos hasta después del proceso electoral.
Por su parte, Juan José Carbajales, titular de la consultora Paspartú, explicó que el precio de los combustibles responde a cuatro factores principales. En el último año, la baja del petróleo actuó como un ancla, ya que el Brent cayó cerca de 10 dólares por barril, moderando los valores internos.
Sin embargo, otros tres elementos presionaron al alza:
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Una mayor devaluación tras el cambio al esquema de bandas cambiarias.
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La liberación de impuestos que permanecían congelados.
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El incremento en los precios de los biocombustibles.
El resultado fue, según el especialista, una suba de los combustibles por encima de la inflación y precios más altos medidos en dólares.
Perspectivas para 2026 y el rol de Vaca Muerta
El informe de Montamat & Asociados también puso el foco en la evolución del precio internacional del crudo. “La baja del precio internacional de crudo por debajo de los 64 dólares por barril durante el período octubre-diciembre tiene dos caras para la Argentina”, señaló el documento.
Por un lado, se trata de una buena noticia, ya que no agrega presión sobre los precios locales y favorece una mayor convergencia con las referencias internacionales. Sin embargo, la consultora advirtió que “la expectativa de un barril de referencia por debajo de los 55 dólares para 2026 puede afectar la viabilidad de proyectos de yacimientos en el margen o con costos de desarrollo más elevados”.
En este contexto, sostener el perfil exportador y el desarrollo intensivo de Vaca Muerta requerirá una reducción de costos, junto con mayores niveles de innovación y productividad, para mantener la competitividad del sector energético.
Los analistas coincidieron en que el orden macroeconómico será el punto de partida. Una inflación en descenso y una estabilidad sostenida aparecen como condiciones clave para reducir el riesgo país, facilitar el acceso al financiamiento y abaratar su costo.
A su vez, las reformas estructurales que se debatirán en el Congreso —laborales, impositivas y previsionales— serán determinantes por su impacto sistémico en la competitividad del desarrollo energético argentino.















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