HIGH SCORE GIRL: AMOR, FICHINES Y CORAZONES PIXELADOS EN LA JOYA NOVENTOSA DE NETFLIX

HIGH SCORE GIRL: AMOR, FICHINES Y CORAZONES PIXELADOS EN LA JOYA NOVENTOSA DE NETFLIX

High Score Girl combina romance, videojuegos y nostalgia noventosa en una serie de Netflix que emociona y conecta con toda una generación criada entre fichines y joysticks.

“High Score Girl: Amor, Fichines y Corazones Pixelados en la Serie de Netflix que Nos Hizo Volver a los 90"

Netflix supo encontrar una joya inesperada con High Score Girl, una serie que logra unir tres elementos poderosísimos: una historia de amor honesta, la cultura gamer de los años 90 y una nostalgia que atraviesa directo al corazón de toda una generación. Ambientada en una época donde los salones de videojuegos eran lugares sagrados y los fichines marcaban el pulso social de muchos chicos, la serie se convierte en una verdadera cápsula del tiempo.

La historia sigue a Haruo Yaguchi, un chico que no destaca en lo académico, no es popular ni atlético, pero que posee un talento casi sobrenatural para los videojuegos. Mientras otros sueñan con el futuro, Haruo vive el presente frente a una máquina, rodeado de sonidos electrónicos, pantallas brillantes y rivales anónimos. Ese mundo es su refugio, su identidad y su forma de entender la vida.

Todo cambia cuando aparece Akira Oono, su compañera de clase y su inesperada rival en Street Fighter II. Akira es elegante, misteriosa y prácticamente no habla, pero cuando toma un joystick se transforma en una jugadora imparable. A partir de ese primer enfrentamiento en los fichines, nace una relación única que se construye sin grandes declaraciones, sino a través de partidas compartidas, derrotas silenciosas y miradas que dicen más que cualquier diálogo.

Uno de los grandes aciertos de High Score Girl es cómo utiliza los videojuegos como lenguaje emocional. Cada nueva consola, cada título legendario y cada visita a distintos salones de videojuegos acompaña el crecimiento de los personajes y marca las etapas de su vínculo. El amor entre Haruo y Akira crece al mismo ritmo que la industria del gaming, mostrando cómo ambos maduran sin darse cuenta.

La nostalgia de los 90 está presente en cada episodio: desde los juegos más populares hasta las consolas que definieron una era. Pero la serie no se queda solo en el recuerdo; usa ese contexto para hablar de la adolescencia, del miedo a expresar sentimientos y de lo difícil que es entender el amor cuando todavía se está creciendo.

El triángulo emocional se completa con Koharu Hidaka, un personaje clave que aporta tensión, sensibilidad y una mirada más realista del amor no correspondido. Su evolución demuestra que no todas las historias tienen finales felices, y que incluso en el amor, como en los videojuegos, también se aprende perdiendo.

Visualmente, High Score Girl apuesta por un estilo distinto que al principio puede chocar, pero que termina siendo parte de su identidad. Sumado a una banda sonora cargada de referencias noventeras, la serie logra una atmósfera cálida, melancólica y profundamente emocional.

High Score Girl es mucho más que una serie sobre videojuegos. Es una historia sobre el primer amor, la nostalgia y el paso del tiempo, contada desde los salones de video juegos o fichines como diríamos en mi provincia y los recuerdos de una generación que aprendió a sentir… joystick en mano.