EL BOOM DE LAS OFERTAS: EL ENCANTO DE LOS DESCUENTOS Y LA TRAMPA DEL CONSUMO IMPULSIVO

EL BOOM DE LAS OFERTAS: EL ENCANTO DE LOS DESCUENTOS Y LA TRAMPA DEL CONSUMO IMPULSIVO

Promociones, 2x1 y liquidaciones inundan las redes. ¿Conviene comprar con descuentos o es una ilusión del mercado? Análisis crítico del consumo y la moda actual.

¡El Boom de las Ofertas!

El encanto de los descuentos y las liquidaciones: ¿vale la pena lo que prometen?
En un contexto económico como el que atraviesa Argentina, la crisis textil se ha vuelto una constante, pero más allá de las complicaciones de producción y consumo, hay un fenómeno que se ha disparado desde las redes sociales: las promociones, los “2 x 1”, las liquidaciones por cierre, los productos discontinuos, y las ya clásicas listas de descuentos, forman parte del ranking de la temporada aprovechando las compras festivas. Lo cierto es que, entre tanta oferta, es fácil perderse y caer en el engaño de lo que no siempre es tan bueno como parece.

Hace poco, me di una vuelta por los centros comerciales más visitados de Buenos Aires para ver de primera mano cómo está la situación en plena temporada de compras. Como bien dice el dicho, “lo que brilla no siempre es oro”. Y, en este caso, ese dicho nunca fue tan certero. Muchas plataformas publicitaban descuentos de hasta un 50% en ropa, prometiendo precios de mayorista para prendas de temporada. Pero, como toda curiosa consumista, me adentré en el corazón de la zona mayorista, más específicamente en la famosa calle Avellaneda, para ver si la realidad era tan tentadora como la publicidad.

La calle Avellaneda es bien conocida por sus compras mayoristas, donde los comerciantes del interior del país se abastecen de prendas, calzado y accesorios a precios competitivos. Sin embargo, si buscas algo más que lo básico, te llevas una sorpresa: las prendas no son de temporada, están dañadas o presentan defectos, y para adquirir las piezas más trendy necesitas llevar un mínimo de tres o cinco unidades.

Un aspecto clave que no puedes dejar de considerar es que, al no haber probadores, la compra se convierte en un acto de fe. Nadie puede garantizarte que esa prenda que tanto te atrae te quede bien, y con la presión de la multitud y la urgencia de las compras compulsivas, es fácil caer en decisiones impulsivas. Esto, como todos sabemos, generalmente no tiene un buen fin en nuestro closet.

La Cara Oculta del Ultra Fast Fashion

Si bien la variedad de productos es impresionante, lo que más resalta es la decadencia del modelo de "ultra fast fashion", con prendas importadas que inundan las tiendas y que, a menudo, provienen de una producción desleal. Esta avalancha de ropa barata está arrasando con el comercio local, dejando a su paso una gran cantidad de pequeñas tiendas que, lamentablemente, deben cerrar debido a la imposibilidad de competir con los precios.

El panorama es alarmante: locales vacíos por cierre definitivo, y, lo peor de todo, una industria local que lucha por sobrevivir frente a la competencia desleal de productos importados que no solo afectan la economía, sino también el empleo y los oficios textiles tradicionales. Es difícil no preguntarse: ¿qué costo ambiental y social estamos pagando por todo esto?

El Otro Lado de la Moda: Sostenibilidad y Diseño Nacional

Sin embargo, no todo está perdido. En medio de este caos consumista, existe una alternativa más consciente y responsable. En varias ferias y espacios como Plaza Francia, San Telmo, Plaza Devoto, y Plaza Serrano, descubrí un mundo completamente diferente: el de los diseñadores emergentes y los artesanos que apuestan por la moda sostenible. Sus prendas son únicas, pensadas con amor y creatividad, y muchas de ellas están hechas a mano, con materiales de calidad y procesos que respetan al medio ambiente.

Además, hay propuestas de la industria nacional que no solo ofrecen calidad, sino también atemporalidad. Son básicos bien hechos, pensados para durar, que te acompañarán por más de una temporada sin perder su esencia.

Mi Consejo: Compromiso con el Estilo y la Sostenibilidad

Mi recomendación para estas fiestas es clara: no se dejen llevar por la tentación de las ofertas, sobre todo aquellas que no terminan de ser tan transparentes. Si van a comprar, háganlo con conciencia. Piensen en lo que realmente necesitan, en lo que se ajusta a su estilo personal, y, por supuesto, en lo que les hace sentir cómodos. En estas fechas de descuentos, las compras impulsivas suelen ser las que menos satisfacción nos dan.

Recuerden que vivimos en una era en la que las micro tendencias desaparecen casi tan rápido como llegan, y al final, lo que más importa es la autenticidad de nuestro estilo personal. Apoyemos a los diseñadores nacionales, a los jóvenes talentos que están luchando por transformar la industria textil local, y a los artesanos que, con esfuerzo y dedicación, están marcando la diferencia en un mercado cada vez más masificado.

Diciembre es el mes ideal para lucirnos, pero no caigan en la trampa de las compras de último momento. El apuro siempre trae consigo el error. ¡Felices compras conscientes!