FIN DE UN MISTERIO: HALLAN UN SUBMARINO DESAPARECIDO EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Utilizando tecnología de sonar avanzada, los investigadores localizaron el navío a 250 metros de profundidad cerca de la isla griega de Donoussa. La investigación sugiere que sufrió un hundimiento violento, posiblemente debido a una mina submarina alemana.
Hallan un submarino desaparecido. En 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, el submarino británico HMS Trooper se embarcó en lo que sería su última misión. Con 67 tripulantes a bordo, patrullaba las aguas del mar Egeo. Se esperaba su arribo a Beirut el 17 de octubre de ese año, pero nunca llegó. Lo que comenzó como una tarea rutinaria en medio del conflicto, terminó por convertirse en uno de los grandes misterios marítimos de la época.
El documento clasificado que se repartió entre los oficiales detallaba que el submarino HMS Trooper, designado N91, tenía como misión desembarcar a tres agentes de la resistencia griega en Kalamos, una isla en la costa occidental de Grecia.
Era principios de octubre de 1943 y el contexto de la Segunda Guerra Mundial seguía siendo caótico, con los estrategas aliados aún sin vislumbrar el final de la contienda. Una vez completado su objetivo principal, el submarino británico, un clase T botado en marzo de 1942, debía pasar a patrullar en el Mar Egeo.
MINAS NAVALES ALEMANAS
Sin embargo, lo que el alto mando británico ignoraba era la presencia de centenares de minas navales alemanas en la zona. Se esperaba que el HMS Trooper llegara a Beirut el 17 de octubre de 1943, pero el submarino nunca alcanzó su destino y fue declarado como desaparecido en acción. Se consideró que sus 67 tripulantes habían fallecido, marcando un trágico capítulo en la historia del conflicto.
Más de ocho décadas después de su desaparición, los cazadores de naufragios finalmente descubrieron los restos del submarino al norte de la isla de Donoussa, en el Egeo central, en una región conocida como el Mar de Icaria. Este lugar es reconocido por sus difíciles condiciones de navegación, caracterizadas por fuertes vientos, olas y corrientes submarinas.
UN HALLAZGO DESPUÉS DE MÚLTIPLES INTENTOS
El equipo de investigadores, liderado por el experto griego Kostas Thoctarides, fundador de la empresa de recuperación submarina Planet Blue, logró lo que otras 14 expediciones no pudieron: encontrar el HMS Trooper. El equipo había estado buscando en una dirección incorrecta, demasiado hacia el este, donde se pensaba que había sido avistado el N91 el 14 de octubre de 1943.
Thoctarides y su equipo examinaron informes de la Segunda Guerra Mundial y concluyeron que el submarino probablemente se hundió entre las islas griegas ocupadas al oeste de esa zona. Su hipótesis se confirmó cuando localizaron los restos a principios de octubre de 2024. El descubrimiento se realizó primero utilizando un sonar que generó un mapa detallado del fondo marino y se validó con una exploración directa mediante el Super Achille, un vehículo operado a distancia (ROV).
Los restos del HMS Trooper yacen a una profundidad de aproximadamente 253 metros y representan el octavo submarino hundido en tiempos de guerra que Planet Blue ha descubierto en aguas griegas. Este hallazgo también ha permitido desmentir la supuesta avistamiento del N91 en 1943, sugiriendo que, en realidad, otro submarino británico de la misma clase fue el que se vio ese día.
REVELACIONES SOBRE EL NAUFRAGIO
El análisis de los restos del naufragio, que se encontraban gravemente dañados, se llevó a cabo comparando las estructuras con los planos originales de construcción naval. Las primeras evidencias indican que una enorme explosión dividió la nave en tres grandes partes: la proa, el centro y la popa. Este hallazgo sugiere que el submarino se hundió tras chocar con una mina naval alemana.
Una escotilla abierta en la torre de comando insinúa que navegaba en la superficie en el momento del accidente. Es importante destacar que los restos del naufragio son considerados una tumba de guerra, por lo que no han sido alterados de ninguna manera, como se detalla en el comunicado emitido por el equipo de investigación.
“He sido consciente durante muchos años del arduo esfuerzo realizado por el equipo de investigación griego para localizar los restos del submarino y ahora estoy muy contento y entusiasmado de que sus esfuerzos hayan sido recompensados”, declaró el capitán de la Royal Navy, Richard Wraith.
Su padre, el teniente John Wraith, era el comandante del Trooper cuando desapareció. “Espero que cualquier familiar de aquellos que se perdieron con mi padre pueda utilizar la ubicación definitiva del submarino como punto focal para ayudar a descansar los recuerdos de sus seres queridos”, concluyó Wraith.
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