FLORENCIA PEÑA: “NO PODRÍA ESTAR CON ALGUIEN QUE NO TUVIERA HUMOR”

La actriz habló de “Pretty Woman”, la crianza de sus hijos, su vínculo espiritual con su padre y su visión sobre el paso del tiempo.
Florencia Peña atraviesa un momento artístico intenso con la obra “Pretty Woman”, donde interpreta un papel que considera uno de los mayores desafíos de su carrera. En una entrevista reciente, habló sobre su trabajo teatral, la crianza de sus hijos, su conexión espiritual con su padre fallecido y su manera de enfrentar el paso del tiempo.
Desafíos sobre el escenario
Tras el éxito de “Mamma Mía” y “Cabaret”, Peña buscaba un nuevo reto artístico. “’Pretty’ es más compleja, más virtuosa para mí: tengo que cantar mejor y más, tengo que bailar más”, contó. Con humor, respondió a las críticas por encarnar a un personaje de 23 años a sus 50: “Me estoy dando este gusto, tengo 50 y estoy haciendo el personaje de una chica de 23”.
Desde niña, su compromiso con la excelencia fue clave. “Mi madre me forjó mucho el estudio; tomaba clases de danza, zapateo y actuación. Siempre busco que el resultado sea excelente”.
Una crianza no ortodoxa
Madre de tres hijos, Peña reivindicó su estilo de crianza libre y artística: “Me ocupé de que sean empáticos, respetuosos, amorosos y que persigan sus sueños. Quiero que sean libres y felices, aunque eso implique romper estructuras con las que yo fui criada”.
Reconoce que su forma de vivir despierta reacciones encontradas. “Las mujeres fuertes siempre generamos muchas cosas afuera. No dependo de nadie, solo de mí”.
Conexión espiritual y aprendizajes
Uno de los pasajes más emotivos de la charla llegó al recordar a su padre. “A mi papá le costaba mucho mi libertad”, confesó. A través de los registros akáshicos, asegura mantener conversaciones con él: “Se transformó en mi guía; me sigue cuidando”.
También reflexionó sobre el paso del tiempo: “No me obsesiona estar espléndida todo el tiempo. Nuestra vida es como la de cualquier ser humano, con cosas hermosas, difíciles y no tan buenas. Lo importante es cómo nos adaptamos”.
El teatro como motor
Aunque trabajó en televisión y cine, sostiene que el teatro es su lugar más pleno: “Es el lugar donde me despliego y busco encontrarme con mi primera elección de ser artista. El ritual de dar y recibir con el público no lo cambio por nada”.
La actriz cerró con un mensaje de tolerancia: “No somos enemigos por tener pensamientos distintos. En las disidencias hay grandes maneras de existir”.
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