EL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA ACUSÓ AL JUEZ MARTÍN PODERTI POR LA PÉRDIDA DE 144 MONEDAS DE ORO
El juez federal Martín Poderti fue acusado por mal desempeño tras la desaparición de 144 monedas de oro bajo su custodia. El Consejo de la Magistratura evalúa su remoción.
El magistrado fue imputado por la desaparición de 144 monedas de oro bajo su custodia cuando era secretario del Juzgado Federal de San Isidro.
El Consejo de la Magistratura formuló este viernes una acusación por mal desempeño contra el juez federal de San Isidro, Martín Poderti, en el marco de la investigación por la desaparición de 144 monedas de oro que estaban bajo su custodia cuando se desempeñaba como secretario en ese mismo tribunal.
Según la investigación administrativa, Poderti era el único funcionario con acceso a la caja de seguridad del Banco Nación donde se resguardaban las monedas, y poseía las dos llaves necesarias para abrirla. Se comprobó además que ingresó al resguardo en al menos 19 oportunidades sin dejar constancia en el expediente, incluso durante períodos en los que se encontraba de licencia.
Las irregularidades detectadas y la investigación penal
El peritaje bancario determinó que la caja no presentaba signos de violencia ni de apertura forzada, lo que reforzó la hipótesis de que la sustracción se produjo sin intervención externa.
Por este hecho, la Justicia Penal mantiene procesado al magistrado por malversación de caudales públicos, una resolución que ya fue confirmada en dos instancias judiciales.
La acusación presentada ante el Consejo de la Magistratura calificó la evidencia como “directa y contundente”, al señalar que la combinación de acceso exclusivo, falta de registros y la desaparición del material custodiado constituye un “quiebre de la confianza pública” y demuestra la “pérdida de idoneidad” necesaria para ejercer el cargo.
Los argumentos de la defensa
En su descargo, la defensa de Poderti planteó que los hechos ocurrieron antes de su designación como juez, y que por lo tanto no correspondería juzgarlo ahora por su actuación previa como funcionario.
También sostuvo que el juzgado presentaba deficiencias en los controles internos, y que la desaparición podría haber sido ejecutada por terceros. Argumentó, además, que el patrimonio del magistrado no registra signos de enriquecimiento, por lo que no habría existido beneficio personal alguno.
Poderti, al ejercer su defensa, admitió haber ingresado a la caja de seguridad, pero negó haber sustraído las monedas. Aseguró que entregó las llaves voluntariamente y que desconocía el faltante. Además, denunció haber sido “blanco de ataques mediáticos” y afirmó que su trayectoria judicial fue “siempre intachable”.
Definición pendiente y debate ético
El Consejo de la Magistratura deberá resolver ahora si la falta de custodia y control de los bienes judiciales constituye un caso de mal desempeño suficiente para su remoción, incluso cuando el proceso penal aún no ha concluido.
Según fuentes del organismo, la discusión se centra en el plano ético e institucional, y gira en torno a tres ejes clave: la preservación de la confianza pública, la integridad personal y la idoneidad profesional de quienes integran el Poder Judicial.











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