MARCELA KLOOSTERBOER DISFRUTA DE VACACIONES Y SUS CURVAS NO PASAN DESAPERCIBIDAS

Lució un bikini de color verde oscuro con tiras ajustables en los costados, casi haciendo juego con el color del mar. Después de pasar unos días en Cariló, la actriz se embarcó con su marido Fernando Sieling y sus hijos Juana y Otto en una nueva aventura.

Marcela Kloosterboer, quien este año se aventuró en nuevos desafíos profesionales, incluyéndose en el mundo del streaming, aprovechó los primeros días de enero para disfrutar de unas vacaciones en familia.

Acompañada por su pareja, Fernando Sieling, y sus hijos Juana y Otto, la actriz se instaló en Cariló, un destino conocido por su combinación única de playas y bosques. Este enclave en la costa argentina ofreció el entorno ideal para que la familia pasara momentos de relajación y desconexión.

Sin embargo, con el paso de los días, el destino de sus vacaciones cambió radicalmente. La familia de Kloosterboer decidió emprender un viaje a un lugar paradisíaco que la actriz prefirió mantener en el anonimato, reforzando así su deseo de privacidad. Este nuevo destino ofreció aguas turquesas, arenas claras y un paisaje casi solitario, lo que les permitió disfrutar de un tiempo en familia sin las presiones de la vida cotidiana.

UN DESCANSO RELAJANTE CON LA FAMILIA EN UN ENTORNO NATURAL

Marcela, quien en su tiempo libre se muestra activa en las redes sociales, aprovechó este descanso para disfrutar del mar y de una de sus pasatiempos favoritos: la lectura. En una de las fotos que compartió, se la ve sobre una reposera, resguardada por la sombra, mientras sus hijos construyen un castillo de arena a la distancia. Esta imagen refleja la tranquilidad de sus vacaciones y el deseo de desconectar de las obligaciones cotidianas para reconectar con lo más profundo de los sentimientos.

En cuanto a su look vacacional, la actriz lució un bikini verde oscuro con tiras ajustables en los costados, que combinaba perfectamente con el color del mar. Por su parte, Fernando Sieling eligió un short de baño negro, ambos disfrutando de un ambiente relajado y familiar.

Los niños, Juana y Otto, se divirtieron jugando en la arena o realizando algunas acrobacias, siempre supervisados por sus padres. La escena familiar reflejó la armonía y el disfrute del tiempo juntos.