MALTRATO PSICOLÓGICO Y "HIELERA" PARA LOS MIGRANTES DETENIDOS EN EE.UU.

MALTRATO PSICOLÓGICO Y "HIELERA" PARA LOS MIGRANTES DETENIDOS EN EE.UU.

Testimonios recogidos por varias ONGs revelan condiciones aberrantes en los centros de reclusión.

Los migrantes recluidos en centros de detención de Estados Unidos denunciaron que soportan condiciones aberrantes, que incluyen “maltrato psicológico” por parte de las autoridades federales, de acuerdo testimonios recogidos por varias ONGs en Arizona.

El tema causó una profunda conmoción social, pero cobró mayor dimensión aún por la forma despectiva en que respondió el presidente de EE.UU., Donald Trump. “Si los inmigrantes ilegales no están satisfechos con las condiciones en los centros de detención, que se construyen rápidamente o se reacondicionan, dígales que no vengan. ¡Todos los problemas resueltos!”, escribió en Twitter.

Los testimonios de algunos indocumentados que se encuentran en albergues concuerdan con las diversas denuncias en torno a esos centros, calificados de “campos de concentración” por varios organizaciones humanitarias.

Javier Torres, por ejemplo, cuenta que fue “horrorosa” su estancia en los tres centros de detención de Arizona en los que estuvo, donde lo mantuvieron en cuartos sumamente fríos, con música a todo volumen, intensas luces encendidas de manera permanente y en medio de reos con “uniformes anaranjados” como usan los presos.

"Es terrible, mi hijo se estaba volviendo loco, después de 12 horas de encierro empezó a golpearse la cabeza en la pared, como otras personas que hacían lo mismo", señaló Torres, que logró ser puesto en libertad y dirigirse al albergue Helping with all my Heart, de Phoenix (Arizona).

Contó que los oficiales separan a los inmigrantes y los mantienen en cuartos llamados "hieleras", por las bajas temperaturas, donde no les permiten dormir, carecen de duchas, cepillos de dientes y solo los alimentan con comida "picante".

"Nunca apagan la luz, así que no sabes si es de día o de noche, tenían los televisores a todo volumen con música que te vuelve loco. Había reos con trajes anaranjados y otros azules, uno de ellos no dejaba de golpear su cabeza en la pared la que ya estaba toda ensangrentada", dijo Torres.

Activistas y organizaciones han denunciado en los últimos días un sistema migratorio represivo, a cargo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, y alertan del hacinamiento y la falta de condiciones para albergar a un número sin precedentes de indocumentados.

Este lunes la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reconoció hacinamiento extremo, estancias largas y riesgos para la salud en los centros de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas.

La división familiar, en tanto, desespera a madres como Mayra Fajardo, que confiesa quedó en un "mar de llanto" cuando lo agentes de inmigración la separaron de su nieta Leslie, de 13 años, y ahora no sabe por dónde buscarla. "Yo no sabía que esto iba pasar, que nos iban a tratar como delincuentes", comentó la guatemalteca junto a su hijo Jason, de 17 años.

La nicaragüense Zarick, de 11 años, pasó cuatro días en un centro de detención junto a su madre y su hermana, de pocos meses de vida, donde asegura recibieron un trato como si fueran "criminales".

"Lo que más les preocupaba a los policía era ver si teníamos piojos, nos revisaban el pelo, como si fuéramos unos piojoso, y luego nos trataban con gritos y nos daban comida con chile para torturarnos", dijo la menor.