LOS ESCÁNDALOS DETRÁS DE LOS CONCURSOS DE BELLEZA: NEGOCIO Y POLÉMICA

LOS ESCÁNDALOS DETRÁS DE LOS CONCURSOS DE BELLEZA: NEGOCIO Y POLÉMICA

Tras la polémica en Miss Universo, resurgen los cuestionamientos históricos sobre negocios, discriminación y controversias en los concursos de belleza.

El negociado y los escándalos detrás de los concursos de Belleza

Un debate entre la tradición y la polémica

Tras la polémica elección de la mexicana Fátima Bosch en la 74 edición del concurso Miss Universo en Tailandia se abre debate sobre la finalidad y sentido de dicho certamen donde no solo se cosifica a la mujer sino se la discrimina entre belleza y fealdad.
Los escándalos y controversias que rodearon los concursos no son ninguna novedad. Durante años el gran negocio de la belleza mueve millones y millones beneficiando a empresarios, medios de comunicación y el entretenimiento, generando ingresos con la venta de franquicias, patrocinios, trasmisiones televisivas exclusivas y el turismo internacional.

¿Pero cómo comenzó el sueño que obsesiona la belleza perfecta?, yo se los voy a contar:
Todo se originó en la antigua Grecia y el juicio de Paris. Según la leyenda Alexandros (París) fue enviado a resolver un conflicto entre Diosas.

¿Quién era la más bella? Hera, Afrodita o Atenea, las tres mujeres ofrecieron sobornos, (bueno ahí ya van viendo como viene la mano). Hera le ofreció su reinado sobre los hombres si era elegida, Atenea prometía la victoria en la guerra y Afrodita la mano de Helena de quien Paris estaba perdidamente enamorado, por supuesto más que cantada la elección gano Afrodita y allí ardió Troya. Así nace la relación belleza, competencia y sobornos sobre la jugada selección.

El estadounidense Phineas T Barnun, empresario, político y showman organizo el primer concurso de belleza en el año 1854, dicho certamen consistía en exhibir rostros y figuras femeninas a través de fotografías que se exhibirían en su museo y el público votaría por ellas. Barnun vendió su museo antes de que llegaran las fotografías acusado de explotación, inmoralidad y engaño.

El primer concurso de belleza tuvo lugar en 1880 en el pintoresco destino vacacional de Rehoboth Beach, Delaware como evento recreativo para la clase media convirtiéndose en un fenómeno cultural y comercial. En 1921, el concurso de Miss América comenzó a celebrarse anualmente en Atlantic City, como uno de los destinos turísticos más importantes tanto a nivel nacional como internacional consolidándose como un evento clave en el ámbito de la belleza. En sus primeras ediciones, las reglas eran claras: las participantes debían ser jóvenes, saludables y, en su mayoría, blancas. Este estándar de belleza reflejaba los valores dominantes de la época.

Durante la década de 1930, Hollywood jugó un papel crucial en la expansión de este tipo de certámenes a nivel global. Ya para la década de 1950, los concursos de belleza se internacionalizaron, llegando a ser una parte integral de los movimientos de descolonización y la afirmación de nacionalismo en muchos países.

Desde sus inicios, la belleza fue presentada como un reflejo de la bondad natural, un ideal sin artificios, pero este concepto empezó a ser cuestionado por feministas y movimientos sociales, manifestándose en contra de los certámenes de belleza en Atlantic City con el icónico lema "No somos ganado", realizando una quema simbólica de sostenes, en protesta por lo que veían como la cosificación de la mujer.

La historia de la inclusión racial en los concursos de belleza también ha estado marcada por controversias. En 1923, las primeras mujeres afroamericanas participaron en Miss América, pero lo hicieron como parte de un número musical que las presentaba como "esclavas". No fue sino hasta 1984 que Vanessa Williams se convirtió en la primera Miss América afroamericana, aunque su reinado fue abruptamente interrumpido por un escándalo, lo que generó más discusión sobre la doble moral.

En 1996, un nuevo episodio sacudió la escena internacional cuando Denny Méndez, una inmigrante caribeña de raza negra, ganó el certamen de Miss Italia. Su victoria generó un intenso debate sobre la tolerancia racial y la identidad nacional en Italia, en un contexto de creciente tensión sobre la inmigración y la diversidad.

En la actualidad, aunque algunos concursos han evolucionado para reflejar una mayor diversidad, las preguntas sobre lo que realmente significa "belleza" siguen siendo objeto de debate.

Algunos ven estos concursos como una tradición cultural, pero otros los critican por perpetuar la violencia y la discriminación. Lo cierto es que, más allá de las coronas y los desfiles, la verdadera belleza reside en el alma, y no hay ningún aparato ni concurso que pueda medirla ni decidir quién es bello. Sin embargo, también han sido un terreno fértil para cuestionar y desafiar las normas, sobre todo en lo que respecta a la inclusión, la identidad y el poder de los medios.

El futuro de estos certámenes sigue siendo incierto, pero la historia de sus altibajos nos recuerda que la belleza, lejos de ser un concepto universal e inmutable, es en realidad un reflejo de las dinámicas sociales, políticas y culturales de cada época.