DELFINA PIGNATIELLO SIGUE BRILLANDO, GANÓ EL ORO EN LOS 800 METROS LIBRE

DELFINA PIGNATIELLO SIGUE BRILLANDO, GANÓ EL ORO EN LOS 800 METROS LIBRE

Con una marca de 8:29:42, sumó su segunda medalla dorada en los Juegos Panamericanos Lima 2019. La sanisidrense, de 19 años, se impuso con comodidad y sumó su segundo título en Lima. Le sacó más de cuatro segundos a su escolta.

Tiene solo 19 años pero una mentalidad ganadora y récords que nadadores del mundo quisieran haber tenido a su edad. Fue bicampeona mundial juvenil en 2017 y doble medallista de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Fue oro en su debut en los Juegos Panamericanos de Lima. Y volvió a repetirlo al recorrer los 800 metros libre en 8m29s42, con más de cuatro segundos de margen sobre la estadounidense Mariah Denigan y más de siete sobre la tercera, la brasileña Viviane Eichelberger. Delfina Pignatiello es el nombre del futuro de la natación argentina, el espejo en el que todos quieren mirarse.

"Estoy muy contenta con el torneo, estoy muy contenta con la competencia. Vine acá a disfrutar", soltó Pignatiello con todo su desenfado apenas salió de la pileta y antes de colgarse su segunda dorada en apenas 48 horas. Y todavía con la prueba de 1.500 libre, su especialidad, por delante.

La transición no fue sencilla. Pero ahora, en Lima, a la sanisidrense se la ve distinta. Por caso, se la vio eufórica alentando a sus compañeros a un costado de la pileta. Es que se apoya muchísimo en el grupo de natación de Argentina. Entrenar con Virginia Bardach y Macarena Ceballos en la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester ayudó a fortalecer ese lazo. Además, la cordobesa, que ya participó en Juegos Olímpicos y Panamericanos, le transmite su experiencia.

El trabajo en el club también incluye a otras personas. Si bien con sus compañeras de la selección algunos días entrenan juntas, por la tarde cada una trabaja sus especialidades. Y allí es cuando Pignatiello se mete al agua con el grupo de fondo del club. Los varones, fundamentalmente, son los compañeros de entrenamiento ideales para mejorar su velocidad.

Además, la campeona panamericana de 400 y 800 metros tiene un equipo interdisciplinario muy completo. Cuenta con un médico deportólogo, una nutricionista, un psicólogo deportivo, un preparador físico, un asistente de preparación física y el cuerpo técnico de piscina del club, lo que se suma al trabajo que realiza con la selección.

Cuando decidió empezar a trabajar con Roldán llegó con un objetivo: quería hacer una renovación de su programa de preparación. Lo principal, dicen en su entorno, fue buscar velocidad y acondicionamiento físico para que no vuelva a tener lesiones. Es que en Buenos Aires 2018, Pignatiello había tenido molestias en el hombro. Por eso, el plan apunta desde entonces al fortalecimiento general.

"Es muy joven y el objetivo es evolucionar y mejorar sus recursos para Tokio. Se va haciendo una atleta internacional bien completa y eso no se hace de un día para otro, lleva años de entrenamiento y competencia. Su programa está orientado a darle herramientas que la ayuden a eso", explica Roldán, que desde 2013 trabaja con mayores y cuenta con la compañía en la selección de Monica Gherardi (entrenadora de Grabich), Federico Rossi (Berrino), Adrián Tur (Morelli y Deferrari), el kinesiólogo Nicolás Ciampoli y el biomecánico Germán Calvelo.

Pero no solo importa la calidad de Pignatiello y el aporte de sus entrenadores. El aspecto dirigencial fue clave. La bonaerense se encontró en su explosión deportiva con Confederación Argentina de Deportes Acuáticos (CADDA) ordenada luego de la intervención que en 2009 hizo Fernando Terrilli, presidente electo en 2014 y que ahora cursa su segundo mandato. 

Cuando la pata dirigencial comenzó a funcionar adecuadamente, se les brindaron a los entrenadores las herramientas para localizar talentos, prepararlos y desarrollar un trabajo integral, además de la organización de los viajes financiados por el Enard y la Agencia de Deportes, que son planificados entre todos con anterioridad. 

Dueña de un talento inmenso que demuestra cada vez que se tira a la pileta, de una mentalidad ganadora que construyó con el asesoramiento psicológico y de una personalidad fuerte ajena quizás a sus 19 años, Pignatiello brilla y con ella lo hace la natación argentina.