ALERTAN POR UN “PULSO SECO” DE LA NIÑA Y RIESGO PARA CULTIVOS EN ARGENTINA

ALERTAN POR UN “PULSO SECO” DE LA NIÑA Y RIESGO PARA CULTIVOS EN ARGENTINA

El climatólogo Germán Heinzenknecht advierte que La Niña podría generar un pulso seco entre diciembre y enero, en pleno desarrollo agrícola.

Alertan por riesgo climático en pleno desarrollo agrícola: anticipan un “pulso seco” por La Niña y cuándo impactará en Argentina

En pleno avance del verano y del período más determinante para la producción agrícola argentina, especialistas advierten que el fenómeno La Niña podría generar un “pulso seco” que afecte el desarrollo de los cultivos. Aunque se prevé que el evento sea breve y débil, no descartan riesgos para el campo entre diciembre y enero.

Los cultivos de soja y maíz —de mayor impacto económico— dependen de la disponibilidad de agua durante las semanas de mayor crecimiento. Si bien las lluvias recientes aportaron alivio y humedad en los suelos, la evolución del enfriamiento en el Pacífico Ecuatorial encendió señales de alerta en el sector.

Indicador de riesgo: el Pacífico se enfría

El climatólogo Germán Heinzenknecht explicó que el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial Central “está plenamente instalado”, tras afianzarse entre octubre y noviembre. Sin embargo, aclaró que este fenómeno se vuelve riesgoso para Sudamérica solo si logra acoplarse a la atmósfera y modificar la circulación regional, algo que “por el momento no se ha visto”.

Noviembre: un mes favorable

El especialista destacó que noviembre mostró un comportamiento “razonable” en términos de lluvias, permitiendo un buen desarrollo inicial de los cultivos. La oferta de agua, señaló, cerrará el mes sin afectaciones relevantes.

El período crítico para el agro

Los modelos climáticos coinciden en ubicar el momento de mayor riesgo entre mediados de diciembre y mediados de enero, cuando podría darse un episodio temporal de menor oferta de lluvias.

“Posiblemente el momento de acople sea en la segunda parte de diciembre y la primera parte de enero. Ese podría ser un momento de mayor riesgo de algún pulso seco”, señaló Heinzenknecht. Aun así, aclaró que no se espera una sequía severa ni generalizada como en campañas recientes.

Una La Niña breve y débil

El climatólogo remarcó que el fenómeno tendría dos características clave que moderan su impacto: sería de corta duración y de baja intensidad. La circulación regional, incluso, podría mitigar parte del efecto negativo.

Aun así, no descarta un período corto de falta de lluvias: “Nunca es buena noticia que se instale La Niña. Pero si es breve y débil, la posibilidad de que afecte significativamente las precipitaciones disminuye”.

 

La campaña en expectativa

El tramo crítico —entre mediados de diciembre y mediados de enero— coincide con la mayor demanda de agua de los cultivos y con la señal oceánica de enfriamiento. El sector agrícola seguirá con atención la evolución del fenómeno ante la posibilidad de un pulso seco que influya en los rindes.