ZAMBA QUIPILDOR SE DESPIDIÓ DE LOS ESCENARIOS CON UN EMOTIVO CONCIERTO EN EL PALACIO LIBERTAD
Zamba Quipildor brindó su último concierto en el Palacio Libertad con la Misa Criolla y grandes figuras del folclore argentino, en una noche histórica.
En una noche cargada de emoción y simbolismo, Zamba Quipildor brindó su último concierto y se despidió definitivamente de los escenarios, en el Auditorio Nacional del Palacio Libertad, como parte del cierre de la temporada 2025 de la programación cultural del emblemático espacio porteño.

El histórico cantor y guitarrista salteño protagonizó una despedida a la altura de su trayectoria, acompañado por destacadas figuras de la música popular argentina y por la Orquesta de Concierto “Mayor Armando Nalli” de la Fuerza Aérea Argentina, en una velada que combinó folclore, música litúrgica y celebración colectiva.
Ante un auditorio colmado, Zamba Quipildor ingresó al escenario entre una ovación sostenida del público, con sus ponchos expuestos junto a su butaca. Visiblemente emocionado, reconoció que se trataba del momento más intenso de sus 60 años de carrera artística.
La primera parte del concierto estuvo dedicada al folclore popular y reunió a colegas con quienes compartió escenarios a lo largo de su vida artística. Entre ellos estuvieron Tomás Lipán, con quien interpretó Zamba para vos y Me gusta Jujuy cuando llueve; además de Soy de la Puna y La cerrillana, que fueron coreadas por todo el público.
Luego fue el turno de Adelina Villanueva, junto a quien cantó La tristecita, y de Carlos Di Fulvio, que aportó su impronta guitarrera con Guitarrero y Campo afuera, precedidas por un recitado. Zamba continuó con Chacarera de un triste y Zamba para olvidar.
Las Hermanas Vera junto a Sandra Mihanovich interpretaron el clásico chamamecero Kilómetro 11, dando paso a uno de los momentos más celebrados de la noche: la aparición del Chaqueño Palavecino, con quien Zamba compartió anécdotas de su pasado como colectiveros y canciones emblemáticas como Balderrama y La carpa de Don Jaime.

La segunda parte del espectáculo estuvo dedicada a la Misa Criolla, con la participación del Coro Nacional de Música Argentina (CONAMA), el Coro de la Universidad de Belgrano, el Coro Municipal Brandsen Maestro Mario Mancuso, el Coral Vivace y el Coro de la Ribera, bajo la dirección musical de Diego Clemente y la dirección coral de Maximiliano Mancuso.
En ese segmento, las Hermanas Vera interpretaron La Anunciación, Zamba Quipildor cantó La Peregrinación, Sandra Mihanovich emocionó con El Nacimiento y Adelina Villanueva con Los Reyes Magos, obras de Félix Luna y Ariel Ramírez.
El cierre tuvo como protagonista a Jairo, quien destacó: “Es un honor para mí participar de esta noche tan bonita. Tu voz la llevaremos siempre presente con ese timbre tan especial”. Por su parte, Zamba expresó: “Cuando levantemos la copa, que sea por un año de felicidad para los argentinos”.

La interpretación completa de Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei fue recibida con el público de pie, en una ovación final que selló una despedida histórica. En los bises, Zamba y Jairo volvieron a interpretar Gloria y, junto a todos los invitados, cerraron con Zamba de mi esperanza y El humahuaqueño.
Antes del espectáculo, el secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, saludó personalmente al artista, quien agradeció la posibilidad de cerrar su carrera pública en un espacio tan significativo. La directora del Palacio Libertad, Valeria Ambrosio, destacó que el concierto fue “una excelente manera de celebrar el cierre de una temporada llena de actividades y agradecer al público por acompañar durante estos años de gestión”.
La jornada se completó con propuestas culturales y gastronómicas. En la terraza del Auditorio Nacional, la Orquesta de la Fuerza Aérea Argentina interpretó villancicos navideños, mientras que en la Plaza Seca se desarrolló la feria Gustar, con productos regionales de distintas provincias. Además, la Biblioteca Móvil de CONABIP realizó una suelta de libros gratuitos para el público, reafirmando el espíritu federal y cultural del evento.

Así, Zamba Quipildor cerró su camino artístico dejando una huella imborrable en la música popular argentina, en una noche que quedará grabada en la memoria colectiva.











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