VILLA LA ANGOSTURA: AVANZAN LENTOS LOS TRABAJOS EN LA ZONA DEL DERRUMBE

VILLA LA ANGOSTURA: AVANZAN LENTOS LOS TRABAJOS EN LA ZONA DEL DERRUMBE

Con las microdetonaciones, especialistas del Ejército Argentino lograron volcar sólo en parte la pared inestable a metros de la ruta 40.

La enorme pared de 20 metros de altura y unas 3.000 toneladas de peso que permanece inestable a metros de la ruta 40 cerca de villa La Angostura, no pudo ser volcada en su totalidad a pesar de las complejas operaciones realizadas por parte de expertos de Vialidad Nacional y el Ejercito Argentino.

La actividad, que se inició este viernes alrededor de las 8,30, fue solo parcialmente exitosa, según pudo averiguar Clarín.

Los pobladores de la Villa estaban esperanzados en que la vía quedara despejada entre el viernes y el sábado para aprovechar el fin de semana largo después de prácticamente haber perdido la temporada alta invernal. Todo indica que las tareas continuarán durante las próximas 48 a 72 horas.

A 24 días del primer derrumbe que bloqueó la ruta 40, principal vía de acceso a la villa turística, un grupo de efectivos del Batallón de Ingeniería de la VI Brigada de Montaña del Ejército Argentino convocados por Vialidad Nacional, consiguieron derribar parcialmente la enorme pared de 20 metros por 30 metros de ancho y 3.000 toneladas.

Según fuentes provinciales, los especialistas y funcionarios del área se iban a reunir este mismo viernes por la noche en La Angostura para evaluar las acciones a seguir durante el sábado.

Los efectivos utilizaron una combinación de materiales expansivos y gel explosivo para poder debilitar la zona de agarre del bloque, que en su parte superior se mantenía separado de la montaña por una grieta de más de tres metros. Sólo una fracción habría logrado se removida, indicó una fuente provincial neuquina.

Los trabajos definitivos comenzaron el viernes temprano cuando los militares transportaron las sustancias hasta la cumbre del manto rocoso a unos 150 metros y comenzaron a bajar con cuerdas y escaleras metálicas. Hasta las 15 horas se dedicaron a preparar las sustancias y después las fueron ubicando en los agujeros que ellos mismos habían realizado con anticipación mediante taladros. Entre las 16 y las 17 se iniciaron las microdetonaciones, según trascendió.

La meta era lograr la microfragmentación del bloque sin afectar el resto de la montaña ni generar vibraciones que pudieran repercutir en el gasoducto que pasa justo por debajo.

La semana pasada escaladores de la empresa Paramassi Andina habían intentado voltear la pared mediante gatos hidráulicos, pero el gigantesco volumen del bloque y su posición hicieron que los esfuerzos no llegaran a buen puerto. Apelar a explosivos de mayor carga también fue descartado desde el principio puesto que podrían “fragilizar el corazón de la montaña”, explicaron los especialistas.

El nuevo plan implicaba la mixtura de dos recursos que son utilizados en el derrumbe de sectores peligrosos en zonas de montaña y en actividades de demolición. El gel explosivo está compuesto por fracciones alargadas y se inserta en las mini grietas de la roca. El líquido expansivo es una solución que se derrama en agujeros profundos y son tapados.