PARTIDO DE MAR CHIQUITA: ESTE DOMINGO SE PONDRÁ EN VALOR LA PLAZA HÉCTOR BERDASCO EN ATLÁNTIDA

PARTIDO DE MAR CHIQUITA: ESTE DOMINGO SE PONDRÁ EN VALOR LA PLAZA HÉCTOR BERDASCO EN ATLÁNTIDA

Este domingo 21 de mayo a las 14 horas, Fabián Jacquet, a cargo de la Delegación Santa Elena, encabezará el acto de la puesta en valor de la plaza del Bicentenario Héctor Berdasco ubicada en Génova y Portofino, en Atlántida. En referencia al mismo Jacquet expresó: "Los trabajos que realizamos en el espacio público rinden homenaje a Héctor Berdasco, un vecino pionero de la localidad. Invitamos a la comunidad a compartir este domingo en la plaza que pusimos en valor en honor a Héctor". Les propongo conocer un poco más de la historia de este vecino tan especial de la mano de su hija Mariela Berdasco...

Como nuestros lectores ya saben, este espacio fue creado para poder descubrir las historias de esos superhéroes y superheroínas que con sus pequeños aportes hacen de éste, un mundo mejor. Hoy quiero compartirles la historia de un vecino de Atlántida, Partido de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires. En esta oportunidad el testimonio no se encuentra en primera persona porque nuestro protagonista no está físicamente y convengamos que sólo físicamente, porque sus enseñanzas y sus vivencias siguen presentes, es su hija la que nos permite ahondar en su vida y obra. 

Desde Tucumán me contacto con Mariela, gracias a que Fabián Jacquet me da su número. Muy amablemente ella accede a hablar de Héctor Berdasco y comienza de la siguiente manera: " Mi papá nació el 15 de septiembre de 1939, era el segundo de cinco hermanos, era hijo de María Suárez y José Berdasco, una familia de chacareros, que vivía en Santa Clara del Mar desde el año 1934, antes de que se fundara la ciudad. Ellos alquilaban los campos para criar ganado. Él se crió en Santa Clara del Mar y desde muy joven empezó a trabajar como capataz en el campo que tenía el fundador de esa localidad, Antonio Orensanz." 

"Su actividad siempre estuvo vinculada a los caballos, a las crías, a las carreras cuadreras... Ya cuando de grande se 'jubiló', entre comillas porque dejó de hacer las tareas de mantenimiento en el campo del señor Orensanz, siguió viviendo como cuidador y alquilaba caballos. A raíz de esto, esa casa se empezó a transformar poco a poco en un lugar de contención al cual concurrían muchos chicos, que estaban solos y pasaban el día ahí".  Y continúa rememorando esos tiempos... "Mi papá siempre estaba dispuesto a ayudar a todo aquel que se le cruzara por delante y necesitara de su contención, de su apoyo. En su casa siempre había reuniones de vecinos, de amigos... tomaban mate, jugaban al truco, a la escoba de 15, prendían el fueguito para hacer un churrasquito o un choripán. Muchos chicos se acercaban y pasaban el día ahí en familia. Para muchos adolescentes fue el padre que no tuvieron o el abuelo.  Siempre estaba charlando con ellos, poniéndole límites, enseñándoles un poco más de la vida, de cuál era el camino correcto". "Les generaba trabajo como arreglar alambrados, pintar los postes, cortar el pasto, tusar los caballos o ponerles los frenos y las monturas porque los iba a alquilar... los chicos lo ayudaban en esas tareas, se sentían útiles y para mi papá era una colaboración." 

No es casual que al preguntarle sobre qué aprendió de su papá ella me conteste: "Un monton: humildad, sencillez, honestidad, compartir, siempre compartir, nunca lo vi pelear con nadie"."Nunca participó de ningún partido político, nunca demostró ninguna inclinación. Él se llevaba bien con todos, se relacionaba, los ayudaba, iba a todos los eventos o fiestas a los que lo invitaban", porque se lo puede percibir en cada anécdota que va saliendo a la luz mientras va relatando. Y hablando de anécdotas, hay una muy particular que recuerda entre risas: "Yo tengo una muy presente, que cuando alguno se portaba mal, como una forma de decir no?, cuando alguien le decía 'Bueno don Héctor, mañana a las 8 estoy acá' y no llegaba a las 8, llegaba a las 9 y media, 10. Le daba un rastrillo y le hacía barrer todo el parque, o sea las hojas y las pinochas que estaban en el parque… que al día siguiente iban a volver a estar, pero era como una forma de castigarlo por denominarlo de algún modo. O sea que cuando llegabas a la casa y veías que alguien estaba rastrillando el parque ya sabías por qué".  

Pero las historias particulares no terminan con esa remembranza. Al consultarle sobre el fallecimiento de Héctor, ella me cuenta que fue el 2 de septiembre de 2017, a causa de un paro cardiorrespiratorio y que producto de ello se accidentó. Por consiguiente, fue algo repetino. Lo que sucede luego de que eso haya pasado es impactante y quizá una de las tantas muestras de cariño y agradecimiento hacia este pionero y gran vecino marchiquitense. Mariela expresa en un tono cargado de emoción y asombro que aún hoy conserva: "El día que él fallece se autoconvocaron todos, hicieron el cortejo fúnebre a caballo, 44 personas. Los bomberos quisieron llevar el cajón desde la sala velatoria hasta el cementerio y la policía también acompañaba.  Nadie organizó nada, fue todo autoconvocado. De repente aparecieron tres personas a caballo en la sala velatoria, como esto es un pueblo, se empezaron a sumar y de un momento a otro eran 44 personas a caballo. Y los bomberos que llegaron y dijeron queremos llevar el cajón. Incluso Tomás Romero que toca el acordeón y mi papá lo re quería, ese día tocó en el cementerio". 

Pero no fue el único homenaje. "Luego del fallecimiento -nos explica- los chicos que concurrían a su casa solicitaron que se le pusiera el nombre de él a la plaza.  En ese momento no era posible, había que esperar un tiempo. Por eso hicieron una placa recordatoria y la pusieron en la plaza. Fue muy emocionante, fue muy lindo porque fueron todos a caballo y hablaron, contaron anécdotas". 

Siguiendo esa misma línea, su hija manifiesta: "Él generó el cariño incondicional de la gente, a casi 6 años de su muerte, están los chicos organizándose para ir homenajearlo todos a la plaza. Van a ir todos a caballo, cada uno con su emprendado, con la misma ropa con la que iban a los desfiles cuando mi papá les decía 'hay una fiesta cívica vamos todos.' " y agrega un dato más: "La agrupación que mi papá había conformado se llamaba El Pehual". Nos dice después: "La agrupación no sigue estando activa, pero sigue existiendo... por lo que te contaba, ahora los chicos que formaban parte de la agrupación se van a reunir para estar presentes en  el desfile".  

Con respecto a la continuidad que se le dio al proyecto de su papá detalla: "Luego de su muerte, quién continuó con el alquiler de los caballos y la tradición familiar, fue su hermano Juan Carlos Berdasco, más conocido como Charly.  Muchos de los chicos que iban a la casa de mi papá continuaron yendo a la casa de mi tío que también vive en el mismo campo en otro sector". 

En relación al vínculo de su papá con Atlántida ella destaca: "Él supo transmitir a todos los que estuvimos cerca, el amor por el lugar, el amaba este lugar, este barrio específicamente Atlántida y nos pedía a todos que lo cuidemos, que estemos acá, que nos quedemos, que no nos vayamos a ningún lado. Eso lo supo transmitir de generación en generación". Pero el amor y la relación con la familia no se redujo a ella sino que trascendió, lo cual puede sentirse al saber lo que sucedió con uno de sus nietos: "Otra de las cosas que me acuerdo, para que veas con cuánto amor él inculcaba el hecho de estar acá y de querer a este lugar, es que mi hijo más chico, Gaspar, su nombre es Gaspar Conte, pidió por favor que le pongamos el apellido Berdasco para que en su documento y en todos los lugares lo reconozcan con ese apellido como a su abuelo.  Así que tuvimos que hacer en el registro civil la anexión del apellido materno." 

Recordando diciembre de 2017, revela que Juan Manuel, a quien le dicen el Moreno porque es de tez oscura, fue el que organizó la fiesta campestre (que puede verse en el video) en homenaje a Héctor. Y rememora: "El Moreno se crió ahí, tenía 6 o 7 años cuando empezó a ir al campo y tenía 34 cuando falleció mi papá, estuvo siempre con él lo amaba". Además también nombra a otros chicos: "Entre el semillero de chicos estaban en su casa:Agustin, el Moreno, Ezequiel, Goyo, Mauro, Adrián, Gaspar, Emiliano, Mariano, Miguelito, Anabela, Federico, Caitin, Maxi, Sofy entre muchos otros" y añade "Y dos personas a mencionar son, Tomás Gaucho Romero, que es quien toca acordeón y German Montes, Cantante folklorico, actual secretario de Turismo y Cultura del partido, que se crio en lo de mi papa también, y con su guitarra animaba las reuniones". 

Mariela refleja en cada palabra amabilidad, empatía, humildad como así también ese vínculo con la familia y el lugar que, como ella dice, le transmitió su padre. Cita entre los miembros de la familia a "Hermanos: (de Héctor) Charly, Dora y Miguel. Primos: el Vasco y el Tin. Nietos: Gaspar, Thomas, Valentín, y Anabela." y concluye "Es un orgullo para nosotros tener el apellido Berdasco".

Este domingo 21 a partir de las 14 hs, va a ser el gran homenaje a Héctor Berdasco, se va realizar un desfile tradicionalista con la participación de agrupaciones a caballo e instituciones intermedias y habrá artistas locales, agrupaciones folklóricas, artesanos, pupas y emprendedores. Mariela confirma que la familia va a estar presente. Después de haberlo recordado a través de la mirada de su hija no tengo dudas que Héctor fue de esas personas que con sus actitudes y sus palabras hizo más bonito el día de muchas personas siendo de esa gente pequeña, en lugares pequeños, que haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo, como dice Galeano. 

La invitación para este domingo está hecha, sin dudas es una propuesta emotiva e interesante. Los acompañamos?