LIBIA: LLEGARON MERCENARIOS RUSOS PARA COMBATIR JUNTO A HAFTAR

LIBIA: LLEGARON MERCENARIOS RUSOS PARA COMBATIR JUNTO A HAFTAR

Según fuentes del New York Times doscientos mercenarios rusos llegaron en las últimas semanas a Libia para combatir con la milicia del autoproclamado “Ejército Nacional Libio” del general Khalifa Haftar.

El despliegue de los contratados sería parte de la campaña de Kremlim para fortalecer su influencia en Medio Oriente y África. Después de cuatro años de apoyo financiero y técnico detrás de escena a Haftar, Rusia resolvió intervenir de manera directa en la guerra de Libia, con la introducción de aviones militares Sukhoi, con incursiones coordinadas, misiles y artillería de precisión, así como también con mercenarios y francotiradores. “Es exactamente igual que en Siria” dijo el Ministro del Interior del gobierno de Trípoli, Fathi Bishagha.

En las últimas semanas algunos sitios de noticias rusos dieron a conocer datos sobre la celebración de funerales de mercenarios rusos caídos durante los combates en Libia. Moscú pasó a ser por estos días el apoyo más activo de Haftar conjuntamente con los Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Arabia Saudita y Francia.

De la otra parte, está el gobierno de Trípoli, en el cargo desde 2015, con apoyo de las Naciones Unidas (ONU) y, oficialmente, de Estados Unidos y de otras potencias occidentales e incluso contando con el apoyo práctico proveniente de Turquía. Los mismos Estados Unidos gracias a los contactos de Donald Trump con Egipto y con los Emiratos Árabes por el momento no han hecho nada en concreto para defender el gobierno de Trípoli. La única acción que Washington viene realizando es bloquear los intentos de ventas de petróleo de contrabando llevadas a cabo por Haftar.

La intervención de los mercenarios rusos ligados al Kremlim es sólo un paralelismo que el New York Times ve con la guerra en Siria. Los francotiradores del “Wagner Group”, compañía privada cercana al presidente ruso, Vladimir Putin, que ha comandado la intervención rusa en Siria, están involucrados en el conflicto según informaron tres altos funcionarios libios y cinco diplomáticos occidentales.

La ONU, que en Siria y en Libia está utilizando la vía diplomática para alcanzar la paz, ahora considera que el embargo sobre las armas libias se ha vuelto una “cínica broma”. Pero las apuestas por Libia son muy altas, porque el premio también lo es. Libia controla amplias reservas de petróleo con una producción de 1,3 millones de barriles por día, no obstante el conflicto. Sus costas son el punto de partida para decenas de miles de inmigrantes que se dirigen a Europa, los desiertos son vistos como “paraísos” por los extremistas del norte de África. En tanto el conflicto se ha tornado una rara mezcla entre lo primitivo y lo futurístico.

Un punto a destacar con respecto a lo futurístico es que Turquía y los Emiratos Árabes con su tecnología transformaron a Libia. Ya que la guerra que se disputa en ese territorio es considerada la primera en la que el combate se lleva a cabo con drones, según datos de la ONU en los últimos seis meses las dos partes han comandado alrededor de 900 misiones con artefactos aéreos sin pilotos, no hay dudas que están sentando precedentes. Las milicias integradas por menos de 400 combatientes en ambos bandos, se enfrentan usualmente en distritos ubicados en las afueras del sur de Trípoli. Emad Badi, un erudito libio del Instituto del Medio Oriente, dijo a respecto: “Existe una discrepancia significativa entre la batalla libia en el terreno y la tecnología avanzada de los cielos con participación extranjera. Parecen dos mundos diferentes”. Ahora la llegada de los mercenarios rusos podrían alterar ese equilib

Según fuentes del New York Times doscientos mercenarios rusos llegaron en las últimas semanas a Libia para combatir con la milicia del autoproclamado “Ejército Nacional Libio” del general Khalifa.

El despliegue de los contratados sería parte de la campaña de Kremlim para fortalecer su influencia en Medio Oriente y África. Después de cuatro años de apoyo financiero y técnico detrás de escena en Haftar, Rusia resolvió intervenir de manera directa en la guerra de Libia, con la introducción de aviones militares Sukhoi, con incursiones coordinadas, misiles y artillería de precisión, así como también con mercenarios y francotiradores. “Es exactamente igual que en Siria” dijo el Ministro del Interior del gobierno de Trípoli, Fathi Bishagha.

En las últimas semanas algunos sitios de noticias rusos dieron a conocer datos sobre la celebración de funerales de mercenarios rusos caídos durante los combates en Libia. Moscú pasó a ser por estos días el apoyo más activo de Haftar conjuntamente con los Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Arabia Saudita y Francia.

De la otra parte, está el gobierno de Trípoli, en el cargo desde 2015, con apoyo de las Naciones Unidas (ONU) y, oficialmente, de Estados Unidos y de otras potencias occidentales e incluso contando con el apoyo práctico proveniente de Turquía. Los mismos Estados Unidos gracias a los contactos de Donald Trump con Egipto y con los Emiratos Árabes por el momento no han hecho nada en concreto para defender el gobierno de Trípoli. La única acción que Washington viene realizando es bloquear los intentos de ventas de petróleo de contrabando llevadas a cabo por Haftar.

La intervención de los mercenarios rusos ligados al Kremlim es sólo un paralelismo que el New York Times ve con la guerra en Siria. Los francotiradores del “Wagner Group”, compañía privada cercana al presidente ruso, Vladimir Putin, que ha comandado la intervención rusa en Siria, están involucrados en el conflicto según informaron tres altos funcionarios libios y cinco diplomáticos occidentales.

La ONU, que en Siria y en Libia está utilizando la vía diplomática para alcanzar la paz, ahora considera que el embargo sobre las armas libias se ha vuelto una “cínica broma”. Pero las apuestas por Libia son muy altas, porque el premio también lo es. Libia controla amplias reservas de petróleo con una producción de 1,3 millones de barriles por día, no obstante el conflicto. Sus costas son el punto de partida para decenas de miles de inmigrantes que se dirigen a Europa, los desiertos son vistos como “paraísos” por los extremistas del norte de África. En tanto el conflicto se ha tornado una rara mezcla entre lo primitivo y lo futurístico.

Un punto a destacar con respecto a lo futurístico es que Turquía y los Emiratos Árabes con su tecnología transformaron a Libia. Ya que la guerra que se disputa en ese territorio es considerada la primera en la que el combate se lleva a cabo con drones, según datos de la ONU en los últimos seis meses las dos partes han comandado alrededor de 900 misiones con artefactos aéreos sin pilotos, no hay dudas que están sentando precedentes. Las milicias integradas por menos de 400 combatientes en ambos bandos, se enfrentan usualmente en distritos ubicados en las afueras del sur de Trípoli. Emad Badi, un erudito libio del Instituto del Medio Oriente, dijo a respecto: “Existe una discrepancia significativa entre la batalla libia en el terreno y la tecnología avanzada de los cielos con participación extranjera. Parecen dos mundos diferentes”. Ahora la llegada de los mercenarios rusos podrían alterar ese equilib