CIENTÍFICOS ARGENTINOS DESCUBRIERON UNA NUEVA FAMILIA DE DINOSAURIOS "GIGANTES"

CIENTÍFICOS ARGENTINOS DESCUBRIERON UNA NUEVA FAMILIA DE DINOSAURIOS "GIGANTES"

Agrupa 8 especies conocidas que habitaron el país hace 90 millones de años. Pesaban hasta 70 toneladas.

En un trabajo que llevó tres años, un grupo de científicos argentinos -con el aporte de investigadores de Estados Unidos y Brasil- descubrió una nueva familia de dinosaurios gigantes que habitaron América del Sur. La conforman ocho especies que ya habían sido descriptas, pero no habían sido agrupadas anteriormente. Los llamados colossosaurios medían hasta 12 metros de altura, 38 metros de largo y pesaban entre 60 y 70 toneladas, como la suma de siete elefantes grandes cada uno.

Este tipo de dinosaurio, dentro de los saurópodos, es el mayor animal que haya sido descubierto en la tierra: de cuello y cola largos, cabeza pequeña y cuerpo voluminoso”, dijo el responsable del equipo de investigación, Bernardo González Riga, investigador del Conicet y director del Laboratorio y Museo de Dinosaurios de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo.

El descubrimiento del nuevo linaje permite la agrupación de varias especies halladas en distintas partes del mundo -todas con presencia en la Argentina- y sobre todo a los cuatro colosos nacionales: Notocolossus, Patagotitan, Argentinosaurus y Puertasaurus. Fue un modelo evolutivo en cascada, confluyeron entre 80 y 90  millones de años. “Los saurópodos que vivían en América del Sur fueron los titanosaurios, verdaderos titanes. Todos ellos desaparecieron en la extinción masiva de fines del Cretácico, hace 66 millones de años”, explicó González Ripa.

La investigación aborda la causa que generó estos gigantes: por un lado la vegetación y el clima, pero lo que mayormente influyó fue la reproducción mediante huevos, alta tasa de crecimiento y sacos aéreos similares a las aves. “El desarrollo de un cuello tan largo, le permitía quedarse en un lugar, sin moverse demasiado, y barrer una superficie con solo estirar su largo cuello”, ejemplifica el investigador mendocino. Eran animales herbívoros, pero tenían dientes para tragar el alimento sin masticar.

A través de un programa informático se realizó la sistemática filogenética, un cruce de datos de 75 especies con 428 caracteres anatómicos. Esa información fue procesada en un software, similar a como se trabaja con la genética, pero en este caso con la morfología de los dinosaurios. Se llegó a la conclusión de que un grupo de ocho dinosaurios estaban asociados filogenéticamente, es decir que comparten el mismo ancestro. No se trata de un único ejemplar, sino de un mismo linaje.

Haber descubierto una nueva familia de dinosaurios tiene más impacto que descubrir una especie, porque posibilita agrupar a las especies más grandes del mundo. El aporte radica en sintetizar el conocimiento anatómico que se tiene de los saurópodos titanosaurios, con especial énfasis en los parentescos", define González Ripa.

El nuevo estudio fue publicado en julio de 2019 en la prestigiosa revista Annais, de la Academia Brasileña de Ciencias, que expuso sobre el descubrimiento de un nuevo linaje de dinosaurios denominado Colossosauria, los titanosaurios más grandes del mundo. El análisis estuvo liderado y coordinado por el doctor González Riga y un equipo formado por paleontólogos de distintos países: Matthew Lammana, curador del Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh, Estados Unidos; Alexander Kellner, director del Museo Nacional de Rio de Janeiro, Brasil; y los investigadores del Conicet Leonardo Ortiz David (Mendoza), Alejandro Otero (La Plata) y Lucio Ibiricu (Puerto Madryn).

 

QUÉ IMPACTO TIENE ESTE INFORME

 

Los colossosaurios incluyeron a los animales terrestres más pesados conocidos, con masas corporales máximas que alcanzaron de 60 a 70 toneladas; como las formas argentinas Patagotitan, Argentinosaurus, Puertasaurus, y Notocolossus.

Los investigadores explican que el tamaño corporal extremo de estos titanosaurios gigantes posee relevancia no por el tamaño en sí, sino por las adaptaciones biológicas: como no existen factores extrínsecos (ambientales) que expliquen el gigantismo, la atención de los paleontólogos se centra en aspectos anatómicos, fisiológicos y comportamentales que confluyeron para favorecer tallas extraordinariamente gigantes, ampliamente superiores a la de mamíferos extintos (mamuts y rinocerontes) o de cualquier otro vertebrado terrestre.

De hecho, estos dinosaurios desarrollaron cuellos muy largos (hasta 12 metros) y cabezas pequeñas, una reproducción mediante huevos (ovíparos), altas tasas de crecimiento durante las primeras etapas de vida y una respiración suplementada con sacos aéreos similar al de las aves, todos caracteres singulares en la historia evolutiva y que llevaron a incrementar su masa corporal.

Algunos de los caracteres anatómicos, como extremidades verticales de columnas, huesos apendiculares largos y robustos y pies cortos, están vinculados con adaptaciones para soportar grandes masas corporales. Sin embargo, recientes descubrimientos de pies articulados, muestran una diversidad morfológica que no responde solamente al tamaño, sino a diversas adaptaciones en su locomoción y modo de vida.

González Riga, que en Mendoza ha hallado y dado nombre a cuatro nuevas especies de dinosaurios, dijo que estos trabajos de revisión y análisis filogenéticos surgen como síntesis de dos décadas de trabajo científico en la región. “El conocimiento de los grandes animales que habitaron el pasado remoto y sus extinciones sirve para comprender mejor las actuales adaptaciones de los vertebrados y su frágil relación con los cambios ambientales y ecológicos”, explicó el coordinar del equipo de investigación.

Estos hallazgos alimentan, además, el turismo científico en Argentino. Antes de fin de año abrirá una exposición permanente de dinosaurios en el museo de Ciencias Exactas y Naturales del parque General San Martín de la Ciudad de Mendoza. La figura del museo comenzará a armarse en las próximas semanas, será un esqueleto gigante, de 12 metros de altura, de la especie Notocolossus, hallado en 2016, en Malargüe, sur de Mendoza.