BRASIL: 2500 KILÓMETROS DE PLAYAS EN RIESGO POR DERRAME DE PETRÓLEO

El peor desastre ambiental del país está teniendo lugar . Después de dos meses de investigaciones el gobierno anunció quien es el responsable de que la costa esté invadida por una masa de petróleo crudo. El mismo “escapó” de un barco de bandera griega, pero Delta Tankers LTD, con base en Pireo, Grecia, niega cualquier responsabilidad a respecto.

Hace unos días el Presidente Brasileño Jair Bolsonaro había dicho “lo peor está por venir, lo que se ha recolectado hasta ahora  es una pequeña cantidad de lo que se ha derramado. La catástrofe será mucho peor”.

La contaminación producida que afectaba mayormente las playas de nueve estados del noroeste de Brasil ( Maranhao, Piauí, Ceará, Río Grande Do Norte, Paraíba, Pernambuco, Alagoas, Sergipe y Bahía) desde el 2 de septiembre, está arrasando con la fauna (se ve aún más afectada dada que su época de reproducción comenzó en septiembre y varias especies están ya en peligro de extinsión), obligando al cierre de las playas y amenazando a los arrecifes de coral, los cuales ya han sido contaminados y que son vitales para la vida en el planeta, ya que inciden en la vida, conservación y la multiplicación de las especies marinas, la oxigenación de las aguas (ya que disminuyen el dióxido de carbono), entre otros puntos.   

Además hoy fueron encontrados restos de petróleo en la playa Pontal do Ipiranga en Linhares, ciudad brasileña del sureste donde hay una base  del proyecto Tamar dedicada a la investigación,  protección y control de tortugas marinas en peligro de extinsión. Se deduce por la ubicación de los nuevos sectores contaminados que la mancha de petróleo se está moviendo hacia el sur, ya que de acuerdo a los análisis realizados a través de muestras recolectadas por la Marina Brasileña es el mismo crudo que afectó la costa noreste.

Este es el segundo hecho que ha golpeado a Brasil en materia ambiental. Recordemos que hace unos meses miles de hectáreas de bosques amazónicos fueron destruidas por el fuego. Una vez más las imágenes hablan por sí mismas. Las distintas especies dependientes más que nunca de las manos humanas merecen una solución. Esperemos que en esta oportunidad Bolsonaro tenga un mayor compromiso con sus mares y el planeta que el que mostró mientras ardía el Amazonas.