95 CHICAS TRANS ASESINADAS EN LO QUE VA DEL AÑO

95 CHICAS TRANS ASESINADAS EN LO QUE VA DEL AÑO

Abygail Andreo referente de  ATTTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina) Tucumán y coordinadora de la Asociación Trans Unidas Tucumán nos abre las puertas  de su día a día. Los invito a conocerla...

Ayer apenas horas después del transfemicidio de Alejandra Benítez, La Power para quienes la conocían, me comuniqué con ella, que conmocionada y con mucha paciencia me permitió conocer un poco más del día a día de las chicas trans. 

Su nombre es Abygail Andreo, referente de ATTTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina) Tucumán  y coordinadora de la Asociación Trans Unidas Tucumán. En principio yo quería saber sobre esas estadísticas que desconocía. Puntualmente cuántos transfemicidios hubo este año. La respuesta me impactó como sucede con cada vida que se pierde en este país pero más aún sabiendo que es producto de un femicidio, un transfemicidio para ser más precisa. Uno cada 70 horas promedio, según me cuenta Abygail. 

Hablamos de su compañera, de su amiga, La Power. De esa vida que finalizó cuando después de estar unas horas en la vereda con un hombre, en la mañana de este jueves y tras discusión con otro hombre, recibió los tiros que impactaron en su cuerpo causándole la muerte. Por ella y por muchos otros casos que están impunes, me informa que están organizando una marcha el día lunes a las 10.30 de la mañana, convocando a la gente a que se acerque frente a la Casa de Gobierno para reclamar justicia.

Dada su buena predisposición decido conocer un poco más acerca de sus vidas, sus problemáticas y de su cotidianeidad. Ella con su voz enérgica y su discurso directo me disipa las dudas. Me cuenta que una gran parte de ellas son trabajadoras sexuales, que muchas veces llegan a desempeñarse en ese trabajo porque no encuentran otros, porque las discriminan, porque no les permiten acceder a ellos... y ahí me cuenta que ella siendo cocinera se presentó a una entrevista de trabajo, pero ni siquiera le dieron la oportunidad de hacerla. Directamente le dijeron que el puesto estaba ocupado, que ya habían tomado a otra persona.   

Le consulto entonces por el cupo destinado a las personas trans. Entonces me explica que no es una solución para la mayoría sino para una minoría y que beneficia más a los chicos trans que a las chicas, dado que la transformación de las chicas suele comenzar en la mayoría de los casos cuando son jóvenes y debido a eso son pocas las que continúan estudiando, mientras que en el caso de los chicos al darse ese cambio cuando ya pasaron la adolescencia, ellos continúan sus estudios. Dada esa circunstancia, ella considera así como lo hacen todas las organizaciones que es necesario que se apruebe la ley intregral trans, ya que de ese modo sus derechos serían tenidos en cuenta y beneficiarían a la totalidad de las personas trans. 

La charla, muy amena por cierto, en la que tengo una interlocutora luchadora, vivaz, siempre contestando desde la amabilidad, sigue con otro dato que me deja absorta: el promedio de vida de ellas es de 35 años. No puedo dejar de preguntarle a qué se debe. Volvemos a un punto del que habíamos hablado, gran parte de ellas ejerce la prostitución, me comenta que lo hacen en zonas determinadas, las llamadas zonas rojas en la zona  de Roca y Ayacucho, en el parque 9 de Julio, en El Bajo, en la Mate de Luna, entre otras, que allí sufren violencia por parte de los clientes y también de la gente que pasa por esos lugares,  asaltos, agresiones, discriminación, ostigamiento policial.

Según me contó, la prostitución lleva a algunas chicas al consumo de alcohol y/o de drogas, no en todos los casos es así, sólo sucede algunas veces. Además me dijo que hay competencia entre ellas, lo que en ciertos casos genera violencia entre las pares en determinados momentos, que se contagian de enfermedades de transmisión sexual y que no siempre tienen acceso a la salud. 

Me detengo ahí porque sé que hay una ley que les debe garantizar el acceso a la salud, porque es un derecho. me informa que no siempre pueden realizarse cirugías o poder obtener las medicaciones y que, muchas veces, no se cumple la ley de identidad de género. De acuerdo a ella, las personas deben ser nombradas de acuerdo a su autopercepción independientemente del nombre que tengan en el Documento Nacional de Identidad. Cuando vamos a los hospitales nos llaman con nuestro nombre masculino y nos da vergüenza, nos incomoda, lo hacen aunque les digamos cuál es nuestro nombre, nos ponen género masculino por más que les expliquemos... no se cumple la ley. Nos sentimos discriminadas por eso hay chicas que no van, lo evitan. 

Le agradezco por su buena energía y por su excelente predisposición. Acabo de encontrarme con un mundo desconocido. Hace años que van surgiendo muchos cambios a nivel social, varios de los cuales nos permiten percibir, conocer y encontrarnos con personas que forman parte de grupos minoritarios. Quizá nos falte mucho para lograr una sociedad integrada en la que todos podamos ser iguales y a la vez diferentes, en la que podamos ser quienes somos y podamos mostrarnos tal cual nos percibimos. La realidad es que detrás de cada persona hay un ser humano que siente, que vive, que ama y que pelea una batalla de la que muchas no conocemos, seamos amables con todos.