EL “ISLA DE LOS ESTADOS” EN MALVINAS: UNO DE LOS HEROICOS EXPONENTES DE LA MARINA MERCANTE
Durante sus días de guerra, permaneció afectado a las operaciones de apoyo logístico en el archipiélago. Fue hundido el 10 de mayo.
Aquel lunes 10 de mayo de 1982 a las 22.20, se apagaron para siempre las luces del transporte ARA «Isla de los Estados». El destello en el horizonte, proveniente del buque británico, iluminó con fuego la noche y marcó el final de la historia del joven navío de bandera celeste y blanca.
Hoy lo recordamos desde tierra, mientras permanece su vigilia eterna en las profundas aguas del sur, donde descansan 23 de sus tripulantes.
La unidad había sido botada en España apenas unos años antes, en 1975. Con la ilusión de andar un largo camino, fue incorporado a las líneas de la Armada Argentina el 22 de diciembre de 1980 y puesto en servicio dentro del Servicio de Transportes Navales. En tiempos de paz, y luego de un acuerdo entre ambos países, su tarea como mercante era mantener el servicio de transporte regular entre el continente y las Islas Malvinas.
El 29 de marzo de 1982 zarpó desde Puerto Deseado con 25 tripulantes a cargo del Capitán de Ultramar Tulio Néstor Panigadi. Entre ellos, se encontraban 15 marinos mercantes, un marinero de Prefectura Naval Argentina y siete militares de las Fuerzas Armadas.
Apenas unos días más tarde, el “Isla de los Estados” se convirtió en uno de los buques participantes de la Operación Rosario y formó parte de la Fuerza de Tareas Anfibias FT 40, junto con el buque de desembarco ARA “Cabo San Antonio”; el submarino ARA “Santa Fe”; el rompehielos ARA “Almirante Irizar”; los destructores misilísticos ARA “Santísima Trinidad” y ARA “Hércules”; el portaviones ARA “25 de Mayo”; los destructores ARA “Py”, ARA “Seguí” y ARA “Piedrabuena”; las corbetas ARA “Drummond” y ARA “Granville”. También incluyó unidades de la 1° y 2° Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros; aviones caza A 4-Q de la 3° Escuadrilla Aeronaval de Ataque; y aviones S2T-Tracker de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina y, por ser una operación naval conjunta, un avión C-130 Hércules de la Fuerza Aérea.
El “Isla de los Estados” arribó durante el mediodía del histórico 2 de abril y amarró en el pequeño muelle de madera de Puerto Argentino, la capital de Malvinas. Desde entonces, permaneció afectado a las operaciones de apoyo logístico en el archipiélago. Jamás regresó al continente.
Su escaso calado resultó ideal para las operaciones de carga y descarga. Asimismo, su tripulación ya tenía una gran experiencia en navegaciones por los canales de la zona y un conocimiento con el que otros pocos contaban. Durante sus días de guerra, la unidad trasladó a varios soldados mientras sus bodegas transportaban víveres, municiones, equipos militares y combustibles hasta donde se necesitaran.
El “Isla de los Estados” mantuvo alta la moral de las tropas y se convirtió en un elemento fundamental para el abastecimiento durante el conflicto, hasta que se le ordenó dispersarse, junto con los otros mercantes, por temor a que fueran atacados por los británicos. Entonces, zarpó el 1 de mayo y su último día lo encontró cerca de Puerto Mitre, en el Estrecho de San Carlos.
En ese mismo momento, los planes de la fragata británica HMS “Alacrity” eran atravesar el estrecho de Sur a Norte, hasta que su radar marcó la presencia de una unidad desconocida: nuestro mercante. La bengala que iluminó al “Isla de los Estados” fue una sorpresa, no se esperaban buques enemigos en el área. Pero no hubo tiempo. El comandante inglés ordenó entonces preparar su proa para comenzar el ataque.
El primer impacto de cañón los golpeó por estribor. Lo siguieron entre cinco y siete disparos más que dejaron al navío escorado en llamas. La mayoría de los hombres murieron tras una explosión en los tanques de combustible, mientras los otros intentaban abandonar la unidad entre gritos desesperados y balsas casi consumidas por el fuego. Aquellos hombres jamás habían visto ni verán una noche más oscura y fría que la del 10 de mayo de 1982.
El mercante quedó envuelto por el gélido mar del sur y sus únicos dos sobrevivientes fueron rescatados días después por el ARA “Forrest”: el Capitán de Corbeta Alois Payarola y el Marinero Alfonso López. Por su heroica historia y la de todos los participantes en la Gesta, cada 10 de mayo la Armada recuerda a los caídos de la Marina Mercante y la Prefectura Naval Argentina durante la Guerra de Malvinas, quienes ofrendaron su vida con valentía y vocación; y homenajea a quienes son testigos presentes de lo vivido.
Bajo el pabellón nacional, participaron treinta y cuatro buques mercantes de diferentes tipos y trece buques pesqueros, además de las unidades del Servicio de Transportes Navales de la Armada. A todos ellos, nuestro reconocimiento.
Fuente: Gaceta Marinera
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