CRISIS EN EL GOLFO PÉRSICO: GRAN BRETAÑA DENUNCIA A IRÁN ANTE NACIONES UNIDAS Y ANALIZA CONGELAR SUS BIENES
Escala la tensión por el petrolero británico retenido en el Estrecho de Ormuz. Pero Londres quiere resolver el conflicto por vía diplomática.
Gran Bretaña denunció a Irán ante el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas pero insiste en que quiere resolver la actual crisis por las vías diplomáticas. Presiona a la Unión Europea y a las Naciones Unidas para reimponer las sanciones al régimen, que fueron levantadas en el 2016, como parte del acuerdo nuclear iraní con la Troika europea.
Cuando el ex jefe de la Marina Lord Alan West intima al próximo primer ministro británico Boris Johnson a que tenga en cuenta la crisis con Irán porque “el riesgo a un error es la guerra”, el canciller Jeremy Hunt anunciará este lunes en la Cámara de los Comunes un paquete de medidas diplomáticas y económicas contra Irán. Ellas contemplan el congelamiento de bienes iraníes, como respuesta a la confiscación del barco petrolero británico Stena Impero en el Estrecho de Ormuz.
El congelamiento de bienes va a sumarse a las sanciones estadounidenses a Irán tras la salida de Washington del acuerdo nuclear, que ya produjeron grandes protestas contra el régimen de los mullas meses atrás. La semana pasada Irán ofreció a Estados Unidos un acuerdo para levantar las dolorosas sanciones económicas, a cambio de mayores inspecciones de sus instalaciones nucleares.
En una carta a Gustavo Meza Cuadro Velázquez, presidente del Consejo de Seguridad, el gobierno británico informó el incidente del 19 de julio en el Estrecho de Ormuz.
“El barco Stena Impero fue asaltado por fuerzas iraníes“, precisaron.”Fue rodeado por cuatro lanchas y un helicóptero antes de ser asaltado. Stena Bulk, la compañía sueca que es la dueña del barco, publicó un comunicado oficial confirmando que hay 23 marineros a bordo indios, rusos, letones y filipinos. Ellos no están heridos”, afirman en la carta.
En el texto confirman que el barco fue asaltado en aguas de Omán y que estaba ejerciendo su derecho de pasaje en el estrecho. "La ley internacional establece que el pasaje no puede ser impedido”, precisa. Desmienten que el barco haya ingresado por la ruta de salida, como argumentan los iraníes.
“Según el director de puertos de la provincia de Homrozgan Allahmrad Afifipour, el tanque habría sido detenido por una coalición con un barco pesquero iraní. No hay evidencias de esto", aclara la carta del Foreign Office británico.
Pero sostiene que “como el petrolero Stena Impero estaba en aguas territoriales de Omán no tenía permitido Irán interceptar al barco”.
GESTIONES DIPLOMÁTICAS
Gran Bretaña busca resolver este conflicto pacíficamente, a pesar de la retórica provocadora de Donald Trump y el envío de 500 tropas a Arabia Saudita, histórico enemigo musulmán sunnita de Irán.
“Nosotros no estamos buscando una confrontación con Irán”, precisa la carta de la cancillería británica. "Pero es inaceptable y altamente escalatorio amenazar a la navegación, que cumple con sus legitimos negocios a través de corredores de tránsitos internacionales. El impedimento al derecho al tránsito y la confiscación del Stema Impero es contrario a la ley internacional. Llamamos a Irán a liberar el Steno Impero y trabajar para resolver la situación vía la diplomacia”, afirman los británicos.
Londres pidió a Washington especialmente que no inflame la situación con declaraciones provocadoras, cuando ellos quieren resolver la crisis diplomáticamente y rescatando el acuerdo nuclear con los europeos.
El comunicado fue el resultado de la reunión del comité de emergencia Cobra, que fue liderado por el vicepremier David Lidington el sábado, cuando Theresa May pasaba su último fin de semana de primera ministra en su distrito de Maidenhead.
Los iraníes están aplicando la simetría en la crisis. Las espectaculares imágenes de los comandos de la Guardia de la Revolución iraní son idénticas a las de los comandos británicos, cuando asaltaron el petrolero iraní Grace I en las aguas frente a Gibraltar, bajo la sospecha de que el tanque iraní violaba las sanciones europeas.
Fue apenas cuatro horas después que la Corte Suprema de Gibraltar decidiera continuar por un mes más la confiscación del buque tango iraní. Una posición delicada para Gran Bretaña. El gobierno británico tiene las manos atadas frente a la justicia gibraltareña pero la crisis y los comandos que asaltaron el Grace I son los suyos.
Irán está aplicando la Ley del Talión: ojo por ojo y diente por diente. Justo cuando Gran Bretaña sufre vacío de poder, en transición a un primer ministro que recién asumirá el miércoles próximo y con una premier ausente de Londres.
Gran Bretaña debe hacer un delicado equilibrio entre proteger sus buques tanques, su tripulación y no ser vista como débil por el Brexity las masivos recortes presupuestarios en sus fuerzas armadas, que lo han dejado con escasos barcos militares.
Por lo tanto va a tener que desdecirse y sumarse a lo que no quería:una coalición internacional para defender sus petroleros en el Estrecho de Ormuz. Esta era la propuesta de Donald Trump la semana pasada y que el gobierno de Theresa May desairó, ante la crisis que tenían con el presidente norteamericano por el embajador británico en Washington y la filtración de sus cables secretos, que terminaron su carrera.
Lord West, el jefe de la Marina británica y una de las voces más experimentadas, recomienda al próximo gobierno reducir las tensiones. Pero les recordó que su primera obligación es proteger los barcos y sus tripulaciones.
Para él no es suficiente recomendar a los barcos británicos evitar el Estrecho de Ormuz. El sugiere que se hagan cargo de los procedimientos de navegación, dirigir los barcos a una zona segura y luego proceder a cruzar el Estrecho de Ormuz en convoy. Sólo con una fragata como la Montrose en el lugar se puede llevar adelante el procedimiento hasta que lleguen barcos de refuerzo, que no son muchos con los actuales recortes presupuestarios. Le recuerda a Irán que el canciller Jeremy Hunt no podrá liberar el barco iraní hasta que la justicia de Gibraltar no lo autorice.
“Algunos grupos poderosos en Israel, Estados Unidos y Arabia Saudita quieren guerra y creen que un bombardeo preciso en partes claves de la capacidad militar de Irán va a llevar a un cambio de régimen. Ellos están equivocados. Esto puede terminar en una guerra abierta sin final con catastróficas consecuencias en toda la región y el globo”, alerta Lord West, ex veterano en la guerra de Malvinas.
El próximo primer ministro británico recién asumirá el miércoles para conducir la crisis.
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