ADIOS MUCHACHOS, COMPAÑEROS DE MI VIDA♪♪
Tanguero de ley, siempre dispuesto a participar en cuanta actividad se organizara para mejorar a su Villa Mercedes, y un vecino destacado del barrio centro de esta ciudad, son tan sólo algunos detalles para graficar la figura de Antonio “Toto” Pollacchi, quien a raíz de complicaciones en su salud murió en las primeras horas de este sábado. Tenía 88 años y se desempeñó en diversas funciones dentro de Estado provincial.
Podría decirse que los Pollacchi, junto a los numerosos inmigrantes que arribaron durante principios del siglo XX a Villa Mercedes, hicieron un invalorable aporte para el crecimiento de la ciudad. En ese ámbito nació y se formó “Toto”, protagonista en las épocas de quintas y la bonanza del mercado local. A la par siempre demostró su pasión por la música del 2×4, en especial en la obra de Carlos Gardel; de hecho bautizó a la esquina de su casa, en Balcarce y Fuerte Constitucional, con el nombre del “Zorzal Criollo”, ilustrándola con la sonriente cara del cantante y clásicos fileteados porteños. En el primer piso armó un museo tanguero, y en los aniversarios del nacimiento y el deceso del “Morocho del Abasto” ponía, a modo de homenaje, su música. No tocaba ningún instrumento ni cantaba, pero fue uno de los bailarines más incansables y eximios que tuvo el tango de Villa Mercedes.
Asistía a cada acto institucional, porque entendía que era importante participar en todo lo que fuera de importancia para la ciudad, y se sumaba a cuanta campaña que tuviera como fin mejorar la calidad de vida de los mercedinos. Muchos lo recuerdan por su activa participación en las acciones que se desarrollaron para sanear y volver a integrar al “bravo Río Quinto” a la vida de la ciudad. Y fruto de ese trabajo tuvo el honor de presidir la Fundación Parque Costanera Río Quinto, entidad que se encargó de concretar el proyecto impulsado por el actual gobernador Alberto Rodríguez Saá.
Fervoroso devoto del Cristo de Renca, nunca faltaba a las procesiones que allí se organizaban y le gustaba compartir con sus amigos, asado, acompañados por papas y batatas al horno, pastas y amenas charlas, muchas de ellas añorando a la historia, a la vida y a los protagonistas de su ciudad.
“Toto” Pollacchi, un luchador y un soñador, falleció en paz, acompañado por sus amigos y familiares, entre ellos sus hijos Grisel y Antonio.
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