LAS GUERRERAS, HISTÓRICAS: ¡DEL 0-3 AL 3-3!

LAS GUERRERAS, HISTÓRICAS: ¡DEL 0-3 AL 3-3!

Las guerreras argentinas, dirigidas por Carlos Borrello, alcanzaron una verdadera hazaña en París. Luego de ir perdiendo por 3 a 0, lograron convertir 3 goles en quince minutos, para concretar un inolvidable 3 a 3. Y todavía sueñan con la clasificación. Las chicas volvieron a dejar todo, metiendo garra y ovarios - si se me permite -, dejando en alza la bandera argentina ante los ojos del mundo. Punto aparte para el planteo de Borrello, tapándonos la boca en esta ocasión, realizando cambios ofensivos que le dieron resultados para llegar al empate final. La gran reacción mostrada por sus jugadoras nos ha hecho emocionar como nunca antes, sentando un precedente para el futuro del fútbol femenino y para ganarse el respeto de todo el mundo del balonpié.

El primer tiempo fue muy parejo, siendo Escocia más punzante desde el arranque. No obstante, Argentina casi se pone en ventaja a traves de un cabezazo de Larroquete (al fin jugó desde el inicio) que se estrelló en el travesaño. En la jugada siguiente, las escocesas lograron abrir el marcador a traves de un centro atras que empujó Little. No hubo muchas más chances de gol en esa primera mitad.

El inicio del segundo tiempo mostró una falencia de la defensa argentina, que no había causado problemas en los partidos anteriores: las pelotas paradas. El 2 a 0 escocés llegó de la mano de un centro que dejó sola a Beattie, quien cabeceó con potencia hacia la red. A los 60 minutos, el técnico Borrello sorprendió a propios y ajenos metiendo un cambio polémico: afuera la talentosa "Tefi" Banini (que para mi venía haciendo un buen partido), adentro Menendez. Entre llantos se fue la número 10, que más tarde se convertirían en lágrimas de alegría. Minutos después, llegó el tercer gol de Escocia, a través de un rebote recogido por Cuthbert.

Parecía todo perdido para Argentina. Pero allí, apareció la garra, el corazón, los ovarios y el amor propio de las guerreras. Primero llegó el descuento, a los 74 minutos, mediante una buena acción por izquierda de la recién ingresada Ippolito (de gran actuación), que definió a un palo Milagros Menendez. Cinco minutos más tarde, Flor Bonsegundo probó al arco desde casi 30 metros y sorprendió a la arquera Lee Alexander, quien no pudo contener su remate. Faltaban diez minutos más el descuento y la heroica aún era posible. Cerca de llegar al tiempo cumplido, Aldana Cometti luchó una pelota en el área y recibió una clara falta desde atras. Aquí, la arbitra Hyang-Ok Ri tuvo que recurrir al VAR para terminar pitando el penal de la ilusión. Bonsegundo agarró la pelota y fue decidida a patear. En el primer intento, la arquera escocesa tapó su remate. Pero el VAR, nuevamente, demostró que Lee se había adelantado. El aroma a hazaña volvía a hacerse presente. Fue Bonsegundo por su revancha (hay que destacar este acto de coraje de la jugadora del Sporting Club de Huelva) pero esta vez su remate agujereó la red de Alexander. Sí, Argentina llegaba al 3 a 3 y lograba un resultado impensado en algún momento del partido. La árbitra terminó el partido casi enseguida, opacando un poco su buena actuación. Las lágrimas de emoción argentinas inundaron el verde césped del Stade de France.

Mañana tendrán que esperar que ni Camerún ni Chile sumen de a 3 para poder clasificar como mejores terceras. Pero eso será solo un detalle para ellas. Se han ganado el respeto del fútbol mundial. Sentir esa emoción, esa sensación de estar haciendo bien las cosas y de que tus rivales, grandes potencias futbolísticas, te hayan respetado, no tiene precio. Las argentinas han trascendido y todo el país tiene que estar orgulloso de ello. Veremos si los jugadores de Scaloni se contagian un poco de su garra y nos regalan hoy, ante Paraguay, otra alegría. Pero esa será otra historia. Nuestras guerreras ya han escrito la suya en París.