LA CARAVANA EN KAYAK POR LA LEY DE HUMEDALES AVANZA RUMBO AL CONGRESO, DONDE LLEGARÍAN EL PROXIMO MIÉRCOLES

En su tercer día de navegación, se dirigen a San Pedro. El próximo miércoles protestarán y entregarán un petitorio para que la normativa se sancione y se proteja al Delta.

El próximo miércoles 18 de agosto los kayakistas que salieron de Rosario en caravana rumbo al Congreso de la Nación para exigirles a los legisladores nacionales la sanción de la ley de Humedales llegarán a destino. Y realizarán una gran marcha para, a las 18, entregar un petitorio.

En esa jornada, los ambientalistas harán entrega formal de un documento que se trabajó en conjunto con organizaciones de todo el país para que las comisiones que faltan y traban la ley, lo trabajen en conjunto, de manera unificada y simultánea. "Para que, de una vez por todas, la ley pase al recinto para ser tratada por nuestros representantes", expresan desde la Multisectorial.

Mientras tanto, los kayakistas que forman parte de esta caravana náutica que tiene como destino el Congreso realizan este viernes su tercera jornada de remada hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En esta oportunidad, la etapa se inició en Ramallo y tiene como destino la ciudad de San Pedro, pasando además por Vuelta de Obligado.

En las últimas horas, los kayakistas tuvieron un doble festejo en San Nicolás: el primero fue en Yaguarón, donde hubo un recibimiento y visibilización del Parque Aguiar, una reserva natural sobre la que hay especulación inmobiliaria y donde la zona de humedal está siendo rellenada con tierra y escombros descartados de las obras urbanas. Allí se compartió un almuerzo con vecinos autoconvocados y distintas organizaciones socioambientales.

También hubo un encuentro en el centro de la ciudad. Allí se realizó un abrazo simbólico y los integrantes de la caravana cosecharon aplausos a su paso por la costa.

A las 19, el grupo arribó a Ramallo, donde la organización ambientalista Unidos por la Vida y el Ambiente los recibió con carteles y pancartas, una mesa dulce y un guiso para calmar las horas de remadas. En el encuentro no faltaron las anécdotas producto de la militancia, las que sirvieron como como una inyección de inspiración y energía.