ALIMENTACIÓN Y EMBARAZO: ¿POR QUÉ LA NUTRICIÓN ES UN PUNTO CLAVE?

La alimentación de la mujer durante el embarazo es de vital importancia tanto para ella como para el bebé en gestación. Un inadecuado estado nutricional, ya sea antes como durante el embarazo, impactará de forma negativa sobre la capacidad de llevar adelante ese embarazo y sobre la salud de la madre y el niño. Entonces, ¿Por qué se trata de un punto clave? Principalmente porque una adecuada alimentación contribuirá a disminuir el riesgo de bajo peso al nacer del bebé, prematurez, problemas nutricionales de la madre y el feto, etc. Una nutrición correcta agiliza la recuperación de la madre después del parto. Las complicaciones en el embarazo como la toxemia (eclampsia y pre eclampsia), el parto prematuro y la anemia, pueden originarse como consecuencia una dieta insuficiente e inadecuada. Durante el embarazo se debe tener cuidado especial en la elección de los alimentos para consumir la calidad y cantidad que realmente se necesita, sin comer el doble como se acostumbra. No se necesitan dietas especiales, dietas restrictivas, ni eliminar el consumo de algunos alimentos por creencias o tabúes equivocados; al menos que exista alguna contraindicación médica o nutricional. En la práctica cotidiana muchas mujeres en edad fértil tienen un bajo consumo de lácteos, verduras y frutas, por lo cual debe haber una preocupación especial por cubrir las recomendaciones de estos alimentos. El cambio en la dieta debe por lo tanto ser más cualitativo, que cuantitativo, a esto me refiero con modificar el consumo de ciertos alimentos que no serían adecuados para esta etapa e incluir otros que nutran al bebe y por sobre todo a la mama.
¿Qué nutrientes son importantes para esta etapa?
CALCIO:
¿Qué pasa si no consumo calcio?
Es un mineral que ayuda a fortalecer los huesos y los dientes de un bebé. Si una mujer embarazada no consume suficiente calcio, el mineral será extraído de las reservas de la madre y se le dará al bebé para satisfacer las demandas adicionales de embarazo. Muchos productos lácteos también están fortificados con vitamina D, otro nutriente que funciona con calcio para desarrollar los huesos y los dientes de un bebe. Se encuentra principalmente en leche, yogur, quesos. Algunas verduras de hoja verde (col rizada, col china) también contienen ciertas cantidades de calcio.
HIERRO: ¿Cómo ayuda al bebé? Las embarazadas necesitan 27 miligramos de hierro al día. Las cantidades adicionales del mineral es para producir más sangre y suministrar oxígeno al bebé. Obtener muy poco hierro durante el embarazo puede provocar anemia, una condición que provoca fatiga y un mayor riesgo de infecciones. Para aumentar la absorción de hierro, incluya una buena fuente de vitamina C en la misma comida cuando coma alimentos ricos en hierro. Por ejemplo, tome un vaso de jugo de naranja en el desayuno con un cereal fortificado en hierro.
¿En qué alimentos se encuentra el hierro? Se encuentra en carne vacuna, pollo, pescado, cereal fortificado con hierro, legumbres, verduras de hojas verdes como espinaca, acelga.
ÁCIDO FÓLICO: Conocido como folato ayuda a prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y la médula espinal del bebé, conocidos como defectos del tubo neural. Puede ser difícil obtener la cantidad recomendada de ácido fólico de la dieta sin suplementos. Por eso se recomienda que las mujeres que planifican tener un bebé tomen un suplemento vitamínico diario que contenga 400 microgramos de ácido fólico mínimo un mes antes de quedar embarazadas. Durante el embarazo, se aconseja que aumenten la cantidad de ácido fólico a 600 microgramos al día.
¿En qué alimentos se encuentra el ácido fólico? Se encuentra en las verduras de hoja verde, cereales fortificados o enriquecidos, panes y pastas, y cítricos.
¿Y qué hay del aumento de peso? Con respecto a este tema se genera bastante controversia y se cree que durante este periodo se debe “comer el doble o por dos”, que se debe aumentar de peso cuanto quisiera, y muchos mitos más que no tienen nada que ver con lo que realmente se debe priorizar. Lo que hay que tomar como punto de partida es el estado nutricional que tiene la mujer al comienzo del embarazo, a esto me refiero con evaluar el peso en relación a su talla en primera instancia, ya que además existen muchas evaluaciones más que permiten determinar cómo se encuentra el estado nutricional de una persona. para esto es fundamental que una Licenciada en Nutrición realice esa valoración y calcule el aumento de peso esperado para todo el embarazo, y que en cada control se evalué ese progreso. En caso que la mujer esté ganando menos peso de lo esperable se puede tener en cuenta:
- Realizar al menos 4 comidas al día y no saltear ninguna comida.
- Es recomendable incorporar colaciones saludables entre comidas como: frutas, cereales, panes integrales, leche, yogur y quesos.
- Aumentar el valor energético de las comidas principales utilizando aceites vegetales como de girasol u oliva siempre en crudo, evitando las frituras.
- Evitar el consumo de gaseosas y jugos industriales y preferir agua, jugos naturales o licuados de frutas.
De lo contrario si la mujer está ganando peso en exceso se puede tomar las siguientes recomendaciones:
- No restringir la ingesta de alimentos para bajar de peso ya que es perjudicial para el feto, lo ideal es mantener el peso y ganarlo lentamente.
- Aumentar el consumo de ensaladas y vegetales durante el día.
- condimentar los vegetales con una pequeña cucharada de aceite vegetal con vinagre y especias.
- Evitar el uso de grasas saturadas (crema, manteca, mayonesa, frituras).
- Reemplazar postres por frutas frescas.
- Reemplazar lácteos enteros por lácteos descremados.
- No saltear comidas y realizar al menos 4 comidas diarias.
- Evitar gaseosas y jugos industriales.
- Evitar comida chatarra y muy rica en grasa.
- Evitar el consumo de frituras prefiriendo alimentos al horno, al vapor o cocidos sin grasa; - eliminar la grasa visible de las carnes y la piel del pollo.
- Evitar golosinas, galletitas, facturas, tortas y otros alimentos muy ricos en azúcares y grasas.
Es necesario recordar que el embarazo no es el momento indicado para realizar restricciones energéticas, dietas ni innovar en el consumo de alimentos no habituales, ya que pueden resultar dañinos para el feto. Por tal motivo es fundamental que la mujer consuma alimentos de buena calidad y variedad y que la ganancia de peso sea adecuada.
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