BRASIL: JAIR BOLSONARO REAFIRMÓ SU ALIANZA CON LOS EVANGÉLICOS Y DIJO QUE PODRÍA COMPETIR POR LA REELECCIÓN
El presidente participó de uno de los mayores eventos evangélicos del mundo, la Marcha Para Jesús, que congregó decenas de miles de fieles en San Pablo.
El presidente Jair Messias Bolsonaro cumplió una promesa de campaña y participó este jueves, feriado en Brasil por el Corpus Christi de la liturgia católica, de uno de los mayores eventos evangélicos del mundo, la Marcha Para Jesús, que congregó decenas de miles de fieles en San Pablo y en la que el jefe de Estado renovó su alianza con los movimientos neopentecostales, decisivos para su triunfo electoral el año pasado.
Aclamado por una multitud de evangélicos, Bolsonaro fue presentado por los populares líderes de la Iglesia Renacer en Cristo, el Apóstol Estevam Hernandes y la Obispa Sonia, en un gran escenario que compartió, entre otros, con el embajador de Israel en Brasil, Yossi Shelley, y el diputado y pastor Marco Feliciano, líder de la bancada de la Biblia, como se llama al sector del Congreso con más de 100 parlamentarios que defienden una agenda conservadora a ultranza.
Esa bancada, transversal a varios partidos políticos, es acérrima opositora de la legalización del aborto, la despenalización del consumo de drogas, el casamiento homosexual y también de la penalización de la homofobia, aprobada por el Supremo Tribunal Federal (STF, la máxima corte de justicia del país), que la equiparó con el delito de racismo. Feliciano calificó esa decisión reciente como “una desgracia que golpea mortalmente la libertad religiosa en Brasil”.
La bancada evangélica también defiende postulados levantados por Bolsonaro y sus aliados: un endurecimiento de la legislación antidrogas, la restricción en el concepto de familia a la unión de un hombre y una mujer, y el proyecto “Escuela sin Partido”, que busca barrer de los colegios del país con un supuesto adoctrinamiento izquierdista y la “ideología de género”.
“Por primera vez en la Presidencia de Brasil se escuchó el nombre de Dios encima de todos. Por primera vez en la Presidencia de Brasil la familia fue honrada”, presentó a Bolsonaro la obispa Sonia, en la primera visita de un presidente brasileño a la Marcha Para Jesús. Su esposo, Hernandes, pidió una oración y lanzó un llamado a la reelección del presidente.
“Bendecimos a nuestro Presidente. Dios lo va a bendecir más aún. Los cambios ya comenzaron y el Señor lo va a traer a la marcha otros ocho años. ¡Ocho años! Este país está siendo liberado de la corrupción, de la impunidad y de la inmoralidad”, aseguró Hernandes, quien años atrás cumplió junto a su esposa una condena en Estados Unidos por contrabando de dinero.
Tras el acto, Bolsonaro dijo a periodistas que si se aprueba una “buena reforma política” podría no ejercer el derecho de competir por un nuevo mandato, pero si esa reforma no se produce, “y si el pueblo quiere, estamos ahí para continuar”.
También se refirió al despedido ministro de la Secretaría de Gobierno, Carlos Alberto Santos Cruz, quien en una entrevista calificó al gobierno como “un show de bestialidades”.
“Santos Cruz es una página dada vuelta. Él integró, no sé qué dijo, el gobierno por seis meses y nunca dijo que había tonterías dentro”, señaló Bolsonaro, quien agradeció a los evangélicos por sus oraciones cuando en la campaña electoral un ataque de un hombre que lo acuchilló casi le cuesta la vida.
“Este es un presidente que dice que el Estado es laico, pero él es cristiano. Feliz la nación cuyo Dios es el señor”, dijo el mandatario.
Mostrando banderas de Brasil y de Israel, país glorificado por evangélicos debido a razones religiosas, Bolsonaro agregó: “Primero Dios, después la familia, respetada y tradicional. Nuestro país tiene problemas gravísimos de ética, moral y economía. Siempre cito a Israel, acostumbro a decir, 'miren lo que ellos no tienen y lo que son. Miren lo que Brasil tiene y nosotros no somos'. Pero podemos revertir eso, podemos ser el punto de inflexión”.
La edición 2019 de la “Marcha de Jesús” reunió a miles de fieles en coincidencia con Corpus Christi y a tres días de la Parada del Orgullo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros), que también se realizará en San Pablo y en la que se espera a más de un millón de personas.
En Brasil, que tiene la mayor población de católicos del mundo, la Iglesia católica pierde fieles desde hace décadas ante los cultos evangélicos, que quintuplicaron su tamaño en los últimos 50 años. Según datos oficiales, hay más 50 millones de evangélicos en el país.
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