EUROPA SE DERRITE POR UNA INTENSA OLA DE CALOR QUE BATE RÉCORDS

EUROPA SE DERRITE POR UNA INTENSA OLA DE CALOR QUE BATE RÉCORDS

El jueves fue uno de los días más sofocantes, pero el problema continuará debido al cambio climático, advierten los científicos.

Millones de europeos vivieron ayer un jueves sofocante por la ola de calor, la segunda en menos de un mes, que culminó con récords de temperatura en Alemania, Bélgica y Holanda, así como en París, donde se rebasaron los 42 ºC. La capital francesa batió su récord de calor con 42,6 °C . Es la segunda vez que las temperaturas en la Ciudad de la Luz superan 40°C. La primera fue el 28 de julio 1947, cuando el mercurio marcó 40,4 °C.

Para hacer frente al calor apabullante, parisinos y turistas buscaban un poco de frescura en las fuentes de París, como la del Trocadero, frente a la Torre Eiffel, que se convirtió en una piscina al aire libre.

Los usuarios de los transportes públicos sufrían también los rigores de la canícula. “Hace muchísimo calor en el metro, es insoportable”, dijo a la AFP Petra Ulm, una austriaca de 34 años instalada en Francia.

Hay muchísimas personas, no hay aire acondicionado y estamos los unos encima de los otros”, añadió, mientras le caían gotas de sudor por la frente. “Tengo la impresión de haber abierto la puerta de un horno”, exclamó Vanessa Bouisson, una transeúnte de 38 años, tras terminar su jornada laboral.

Las olas de calor serán cada vez más frecuentes en todo el mundo, según los científicos, que responsabilizan al cambio climático provocado por el ser humano. Las temperaturas mundiales nunca habían aumentado en los últimos 2.000 años tan rápido como ahora, según datos publicados el miércoles en dos estudios separados en las revistas Nature y Nature Geoscience.

Los récords cayeron también en varios países del norte de Europa: 42,6 °C en Alemania, 40,6 °C en Bélgica y 40,4 °C en Holanda. El calor era tal que el metal se dilataba en algunos puentes de Ámsterdam, por lo que empleados de la alcaldía tuvieron que rociarlos con agua para tratar de enfriarlos.

Los ciudadanos adoptaban sus propias estrategias para soportar el bochorno, como Serona Methorst, una estudiante holandesa de 19 años. “Procuro no moverme mucho para no tener demasiado color”, contó, acostada bajo la sombra de árboles en La Haya.

En el centro del país, la policía intentó negociar una tregua con los ladrones y criminales. Lanzó en Facebook un llamado para que se queden “tranquilos”. “!Es muy difícil trabajar en estas condiciones!”, dijeron.

Dos presuntos traficantes incluso llamaron a la policía para que los liberara de un contenedor en el que se quedaron encerrados, con temperaturas que en torno a los 40 ºC, cuando estaban “sacando droga”, en el puerto de Amberes, en Bélgica.

En Alemania, la central nuclear de Grohnde, en Baja Sajonia (oeste) cerrará temporalmente el viernes hacia el mediodía, ya que se espera que la temperatura del agua del río Weser alcance el umbral crítico de 26°C en ese momento. El agua es utilizada para enfriar el reactor y después es vertida nuevamente al río.

La localidad de Herne (oeste) anunció que evacuará a todos los peces de los estanques de la ciudad el viernes para salvarlos, ya que debido al calor, el contenido de oxígeno en el agua se reduce considerablemente. Los peces serán liberados en el Rin.

En plena temporada estival, la empresa ferroviaria alemana Deutsche Bahn informó a sus usuarios que debido a la ola de calor podrán aplazar gratuitamente sus viajes.

El operador de trenes de alta velocidad Thalys, que conecta varias ciudades de Francia, Bélgica, Holanda y Alemania, anunció por su parte la suspensión de la venta de billetes en todas sus líneas por la canícula.