ECUADOR: SURGEN SEÑALES QUE PERMITEN PENSAR EN UNA SALIDA A LA CRISIS
El movimiento indígena creó una comisión política para analizar la propuesta del gobierno nacional.
Ni la nueva convocatoria al diálogo hecha por el Gobierno, ni la carta pública reclamando una “tregua” que un sector de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) le envió al presidente de Ecuador, Lenin Moreno; y, mucho menos, el feriado largo por los festejos por la Independencia de Guayaquil, bajaron la tensión en la novena jornada de protesta por el “paquetazo” de medidas económicas, pero al menos hubo señales que permiten pensar en una salida al conflicto. Igual, otra vez, Quito fue el centro de duros enfrentamientos entre la policía y las comunidades indígenas que intentaron -sin éxito- tomar por segunda vez la Asamblea Nacional, mientras el grupo de la oposición que se referencia en el ex presidente Rafael Correa insiste en pedir “una salida democrática y constitucional”, que contemple el apartamiento de Moreno.
Al frente de la movilización indígena se puso el presidente de la Conaie, Jaime Vargas, quien el jueves había prometido radicalizar el plan de lucha, con un doble objetivo: por un lado, presionar al Gobierno para que no excluya y aísle a los indígenas, ante los avances en las negociaciones con sindicatos y transportistas; y también para ratificar la firmeza del reclamo de su comunidad, en contraste con la Conaice (los indígenas de la Costa Ecuatoriana), que cedió días atrás y fue blanco de sus críticas.
No obstante, ya hacia la tarde de este viernes, y al cabo de una fuerte represión policial, Lenin Moreno fue un poco más allá en la invitación al diálogo que había realizado, lo que permite vislumbrar un canal de comunicación distinto a lo que ocurrió desde el 3 de octubre, cuando comenzó el paro. ”Hago un llamado a los dirigentes a dialogar directamente conmigo, sentémonos para conversar, para dialogar sobre el decreto 883, hablemos de a dónde deben dirigirse esos recursos y asegurémonos que vayan a quienes más lo necesitan, pongamos en nuestras manos la solución de las diferencias”, dijo el mandatario, con un tono más conciliador, en un mensaje emitido desde Guayaquil, en el que dijo tener “voluntad de diálogo” y pidió “frenar la violencia” ya que “Ecuador debe recuperar la calma”.
Aunque no dio más detalles, fue la primera vez que Moreno se mostró dispuesto a discutir sobre el decreto que firmó para intentar paliar el déficit fiscal y ahorrar unos 1.300 millones de dólares al año. Un rato antes del mensaje del mandatario, el canciller José Valencia le había asegurado a Clarín que estaba “descartado” que el Gobierno revisara la medida.
El ministro, sin embargo, se mostró comprensivo y admitió la necesidad de buscar alternativas para paliar “el impacto” que generó la eliminación de los subsidios en el precio de las naftas, que trepó hasta un 123 por ciento.
El llamado de Moreno también llegó como respuesta a la carta que un grupo de dirigentes de la Conaie, encolumnados detrás de Marlon Santi, coordinador Nacional de Pachakutik, le habían enviado al Gobierno, pidiéndole “bajar la represión” e iniciar un camino de diálogo para “llegar a una tregüa”. “Pido de manera especial, el país volverá a la paz, si el Decreto 883 se deroga”, dijo Santi, en la misiva que fue enviada el jueves pero trascendió recién este viernes.
Un detalle: ni el Gobierno ni los indígenas hicieron referencia a las otras exigencias que se habían sumado en las últimas horas: la salida acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y las renuncias de los ministros María Paula Romo (Gobierno) y Oswaldo Jarrín (Defensa).
Santi, por su parte, confirmó que se integró una comisión política dentro del movimiento indígena, para evaluar propuestas.
De todos modos, en paralelo, la Conaie salió a las calles con la misma enjundia que a lo largo de toda la semana. Y con refuerzos: en la madrugada del viernes llegaron más de mil indígenas con mayor experiencia en la lucha: se trata de los Guerreros de la Amazonía, que habían sido convocados luego de las muertes de los dos dirigentes de la Confederación y, armados con lanzas, se sumaron a la protesta.
El Gobierno alertó sobre la escalada de las “acciones insurgentes” que había denunciado la policía y a través del secretario General de la Presidencia, José Agusto Briones, instó a los indígenas a aportar calma, que comenzó a advertirse en las inmediaciones de la Asamblea luego de que trascendiera el mensaje grabado de Moreno.
Mientras la Organización de Naciones Unidas (ONU) propuso mediar en el conflicto, el ex presidente Rafael Correa reiteró su reclamo a Moreno para que recurra a la figura de “Muerte Cruzada”, prevista por la Constitución y que implica la convocatoria inmediata a elecciones presidenciales y parlamentarias ante una situación de crisis.
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