ENRIQUE CADÍCAMO MURIÓ UN 3 DE DICIEMBRE DE 1999

ENRIQUE CADÍCAMO MURIÓ UN 3 DE DICIEMBRE DE 1999

A los 99 años fallecía, el 3 de diciembre de 1999, uno de los más grandes poetas del tango, Enrique Cadícamo. Nació en General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires.   Fue el décimo y último hijo de un matrimonio italiano.

Escribió más de 800 temas entre tangos, valses, milongas, fox-trots, polkas y candombes,  entre ellos  “Niebla del Riachuelo”, “Los Mareados”, “Nostalgias”, “Garua”, “La casita de mis viejos”, “Por la Vuelta”, “Che, papusa, oí” y “Anclaos en Paris”, entre tantos otros,  con los pseudónimos Rosendo Luna y Yino Luzzi.   Con su pluma ha hecho cantar a los mejores intérpretes de nuestra música ciudadana.

También hizo obras teatrales y sainetes, en las que ya firmaba como Cadícamo,  como El romance de dos vagos, Se apareció la viuda, Así nos paga la vida, Cinco cuentos, Los cuentos del Príncipe, La baba del diablo.

Incursionó en la industria cinematográfica.  La primera película que dirigió fue Virgencita de Pompeya que se estrenó en 1935.  En Rio de Janeiro realizó un filme en confraternidad argentino-brasileña que se llamo Noches cariocas y luego continuó…

Escribió libros desde 1926 hasta 2015,  sus títulos son:  Canciones grises, La luna del bajo fondo, Viento que lleva y trae, Café de camareras, Juan Carlos Cobián, La historia del tango en París, Los inquilinos de la noche, Mis memorias (bajo el signo de tango), Debut de Gardel en Paris y Los inquilinos de la noche. Prosa póstuma.

Obviamente, ha recibido muchos premios entre ellos “Ciudadano ilustre de Buenos Aires”,  “el Konex platino al mejor autor e tango”,  Luján lo nombró “hijo dilecto”, entre otros.

También otros poetas, otros autores le han escrito a él…

 

“ETERNAMENTE CADÍCAMO”

Creador inigualable, su luz no se ha apagado;

Sus tangos, sus escritos, continuarán formando

Reflejos de su alma, como un rico legado

Que el pueblo para siempre seguirá disfrutando.

Gran genio de la pluma, su eternidad supera

Todos los calendarios… que los años corridos

Persigan el futuro;  será inútil la espera ;

No hay duración que pueda sumirlo en el olvido.

La gloria es una herenia –repetirnos solía-

Que se recibe cuando uno pierde la vida…

Usted rompió tal regla con su inicial poesía,

Ganándose de entrada la gloria merecida.

Cadícamo admirado por todo aquel que un dia

Al saborear sus tangos sintió su propia esencia,

Quien ha entrado en su mundo de letra y melodía,

No sale porque afuera el tiempo se hace ausencia

Ariel Carrizo Pacheco (1999)

 

HISTORIAS EN BUENOS AIRES

¿Sabías que Cadícamo frecuentaba el Café La Puerto Rico?  Es un café de 1887, ubicado en pleno Casco Histórico de la Ciudad y a tan sólo 150 metros de la emblemática Plaza de Mayo.

Ni bien se ingresa al café los recibe el Poeta sentado en una mesa de mármol redonda (reliquia) junto a un libro y un café…

Tiene una de las mejores cremonas de la Ciudad de Buenos Aires y medias lunas caseras,  ya que en sus comienzos fue una panadería.

También frecuentaban este café José Ingenieros, Paul Groussac, Rafael Obligado y José Maria Monner Sans, así como algún presidente y ministros ya que está muy cerca de la Casa Rosada.

Es un lugar que a las 7 de la mañana ya está abierto en el que en mi caso, luego de una madrugada ajetreada por el trabajo, cuando termino en algún hotel del Casco Histórico dejando pasajeros,  aterrizo por allí a leer y a desayunar un excelente café con leche con sus medias lunas que también son un ícono porteño.

Les recomiendo leer este articulo escuchando “Niebla del Riachuelo”,