EL MITO DEL HUEVO Y EL COLESTEROL

EL MITO DEL HUEVO Y EL COLESTEROL

El huevo es un alimento muy práctico y nutritivo que debe estar presente en nuestra dieta cotidiana, excepto que bajo alguna condición de salud o prescripción médica debe ser excluido. Los huevos resultan fáciles de preparar, combinar y consumir ya sea como parte principal de una comida o como ingrediente de todo tipo de platos ya sea formando parte de ensaladas, pastas, postres, etc.  Durante muchos años el consumo de huevos estuvo restringido, principalmente en aquellas dietas para tratar y prevenir la hipercolesterolemia y enfermedades cardiovasculares, limitando su ingesta a 2 o 3 unidades como máximo por semana. En la actualidad tras diversos estudios científicos, esas recomendaciones se han ido modificando y han sido desterradas. Lo que hay que tener en cuenta en primer lugar es que lo que incide negativamente sobre el colesterol sanguíneo (que no es lo mismo que el colesterol que se incorpora a través de los alimentos) ES LA RELACIÓN ENTRE EL CONSUMO DE GRASAS SATURADAS (presente en grasas de carne vacuna, piel de pollo, lácteos enteros, manteca, crema) Y GRASAS INSATURADAS (presente en aceites vegetales, frutos secos, semillas). Diversas investigaciones han demostrado que la ingesta de un huevo por día, no tiene ningún efecto sobre el colesterol sanguíneo, siempre dentro del contexto de dieta sana y equilibrada, más el complemento del ejercicio diario.

APORTE NUTRICIONAL DEL HUEVO:

  • Los huevos no aportan fibra ni hidratos de carbono
  • A nivel calórico, un huevo entero de 50 gramos de peso aporta aproximadamente unas 80 calorías.
  • Proteínas: la proteína del huevo es considerada como patrón de referencia para comparar nutricionalmente a las demás proteínas de los diferentes alimentos. Esto se debe a que es la proteína  de más alto valor biológico (contiene todos aminoácidos esenciales para el organismo). En 100 gramos el aporte proteico es de 12 a 14 gramos.
  • Grasas: las grasas que predominan en el huevo son ácidos mono y poliinsaturados (principalmente ácido linoleico-Omega 3), muy beneficiosos para el organismo. Su grasa es de fácil digestión. También están presentes la lecitina, los fosfolípidos y el colesterol. En 100 gramos de huevo el aporte de grasa es de 10-12 gramos y 550 mg de colesterol.
  • Minerales: Excelente fuente de hierro, concentrado especialmente en la yema (dependiendo de la alimentación de las gallinas), fósforo, potasio y magnesio.
  • Vitaminas: Se considera al huevo una gran fuente de vitamina B12 (cobalamina), concentrada principalmente en la yema. Así mismo nos aporta vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 ( niacina), acido fólico, vitaminas A, D, y E (en la yema). 

¿QUÉ OTROS BENEFICIOS APORTAN LOS HUEVOS?

Los huevos no son solo colesterol, están repletos de nutrientes y tienen otros increíbles beneficios:

  • Son ricos en luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que reducen el riesgo de enfermedades oculares como la degeneración macular.
  • Son muy ricos en colina, un nutriente esencial para el cerebro y para la alimentacion de mujeres embarazadas, ya que facilita el correcto desarrollo del sistema nervioso central del embrión/feto, junto con el ácido folico. 
  • Son ricos en proteínas de origen animal de buena calidad, la cual aporta muchos beneficios, entre los que se incluyen el aumento de la masa muscular y la mejora de la salud ósea.
  • Los huevos aumentan la saciedad y pueden ayudarte a perder grasa.

¿TENER COLESTEROL SIEMPRE ES MALO?

El colesterol no siempre es malo, sino que también es necesario, ya que forma parte de la estructura de las membranas celulares de nuestro cuerpo. Es más, a partir de él se fabrican otras moléculas (la vitamina D, algunas hormonas y los ácidos biliares) de gran importancia para nuestro organismo. Casi la mitad del colesterol que circula por nuestra sangre lo produce nuestro propio organismo de forma natural, y otra porción del colesterol lo obtenemos de los alimentos. En conclusión, podemos decir que la ingesta de huevos puede ser una buena alternativa para el reemplazo del consumo de carnes que, por su alto contenido en grasas totales y saturadas, está limitado en las normas dirigidas a la población. Además, no hay que olvidar otros aspectos básicos en la preparación de una dieta saludable y en su cumplimiento como la palatabilidad, variedad, posibilidades gastronómicas o comodidad de uso, todas ellas características de este alimento. No hay alimentos buenos o malos; La variedad en la dieta es la mejor garantía de equilibrio nutricional.