EL ARRESTO DE UN PERIODISTA CRÍTICO EN RUSIA DESPIERTA UNA FUERTE REACCIÓN EN LA PRENSA

EL ARRESTO DE UN PERIODISTA CRÍTICO EN RUSIA DESPIERTA UNA FUERTE REACCIÓN EN LA PRENSA

Iván Golunov, quien reveló varios hechos de corrupción, fue acusado de tráfico de drogas por la policía.

Un nuevo escándalo envuelve al gobierno del ruso Vladimir Putin por el encarcelamiento del periodista de investigación Ivan Golunov, quien ayer tuvo que ser internado debido a la presunta paliza que recibió en prisión. La policía lo acusa de intento de tráfico de drogas, aunque los organismos de prensa denunciaron que se trata de un nuevo intento de silenciar a los medios independientes.

Golunov es un reconocido periodista que trabaja para el medio alternativo Meduza, y cobró notoriedad por una serie de artículos sobre casos de corrupción en organismos estatales rusos. Durante los últimos años expuso los manejos ilegales en las compras estatales y esquemas delictivos en el mercado inmobiliario. Ahora, según sus compañeros, estaba investigando una serie de temas que “afectaba los intereses de personas muy influyentes”.

Fue detenido el jueves pasado en el centro de Moscú bajo la acusación de posesión de droga. La policía asegura que en su mochila llevaba dos paquetes con N-metilefedrona, que pesaban 3,65 gramos, y en su vivienda se encontró 5 gramos de cocaína. El profesional niega los cargos y afirma que le plantaron la droga.

Ayer un tribunal de la capital rusa lo procesó formalmente por tráfico de drogas, pero no pudo concurrir porque tuvo que ser internado. “El detenido bajo sospecha de cometer el delito de intento de tráfico de drogas alegó sentirse mal. Fue llamada una ambulancia. Tras la revisión de los médicos se tomó la decisión de enviarlo a una institución médica para hacerle un estudio”, afirmó la policía a través de un escueto comunicado.

Pavel Chikov, dirigente de la ONG internacional Agora, indicó que “existe la sospecha de que Golunov tenga fractura de costillas, conmoción cerebral y un hematoma”, producto de una golpiza que sufrió en la cárcel.

El viernes Golunov informó al representante del consejo presidencial de derechos de Rusia que había sido golpeado mientras se encontraba detenido y que los policías le habían propinado puñetazos en la cabeza y se habían parado sobre su pecho.

Su arresto provocó una ola de indignación. Más de un centenar de personas, muchos de ellos periodistas o representantes de los medios de comunicación, organizaron una vigilia frente a la sede del Ministerio del Interior ruso y del tribunal que lleva la causa. Además hubo marchas en varias ciudades.

La Unión de Periodistas de Rusia y Amnistía Internacional (AI) también cuestionaron el arresto del Golunov. Según AI, el caso “despierta gran preocupación y parece un método de presión sobre los medios independientes de Rusia”.

El presidente del consejo de redacción del periódico Nóvaya Gazeta, Dmitri Murátov, y el jefe de redacción de la emisora de radio Ejo Moskvi, Alexéi Venediktov, expresaron su disposición a respaldar la honestidad de Golunov.

Estamos dispuestos a avalar a Iván y confiamos en que el tribunal tendrá en cuenta esto. Iván no representa peligro alguno para la sociedad, representa un peligro solo para los corruptos”, dijo Murátov.

El Consejo de Derechos Humanos de la presidencia rusa y la Unión de Periodistas de Rusia advirtieron que enviarán una solicitud al ministro de Interior, Vladímir Kolokóltsev, para que investigue el accionar de la policía.

Acabamos de aprobar una declaración en la Comisión de libertad de prensa y derechos de los periodistas para enviar a Kolokóstsev una solicitud para que se investiguen urgentemente las acciones de la policía de Moscú contra el periodista Iván Golunov”, declaró Pável Gúsev, presidente de la Unión de Periodistas.

El dirigente subrayó que estas entidades comparten totalmente la indignación de la comunidad periodística respecto a la conducta de la policía.